Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

En lo que crees

“No podemos cambiar algo hasta que lo aceptamos. La condenación no libera, oprime”. Carl Jung

Todo individuo tiene un sistema en el cerebro que se llama Retícula activada, y este es el que te hace ver lo que te interesa. Ejemplo muy sencillo, compras carro, y entonces empiezas a ver muchos carros iguales al tuyo en la calle. Una mujer está embarazada, y empieza a ver mujeres ídem por doquier.

Aquí entra en acción un aspecto importante, tus creencias personales se convierten en el prisma con que ves todo, y si éstas son negativas son limitantes para la persona. Si yo creo que la economía está mal entonces es la razón por la que estoy vendiendo menos, por lo tanto problema es la economía,no soy yo…

TRES ASPECTOS.

Hablando de creencias, sobre todo las negativas, hay tres aspectos que debemos considerar: el primero de ellos es que se convierten en filtro de todo lo que vemos, y por lo tanto nos llevan a ver lo qué confirma que creemos. En segundo lugar constantemente nos recuerdan que somos malos para algo (no soy bueno para recodar nombres), y por lo tanto refuerzan dicha creencia de tanto decírnoslo.

Y por último, cuando decidimos cambiar pero surge un obstáculo inmediatamente regresamos al comportamiento anterior.

CONSECUENCIAS

Hay tres categorías en las creencias limitantes o negativas.

A) nos quitan esperanza; vemos una oportunidad pero hacemos excusas; esto es bueno para otros pero no para mí.

B) no tenemos en qué apoyarnos: no tengo experiencia, o emprendo algo y a la primera dificultad renuncio a aquello.

C) la más delicada: no valgo, no soy bueno, nadie me quiere, al primer rechazo me voy. Aversión total al riesgo.

HAY SOLUCIÓN

Todo ser humano viene equipado de igual manera. Las personas exitosas no tienen más cualidades que las fracasadas. Lo qué pasa es que aquellas manejan creencias positivas, y esa es la plataforma para lograr lo que desean.

Las creencias positivas es una habilidad que podemos adquirir, y las negativas podemos desaprenderlas. Y recordemos qué hay un puente entre mente y cuerpo. Hay un ejemplo clásico al respecto: el británico Roger Bannister cuando en 1954 corre la milla por debajo de los 4 minutos. En esa época hasta médicamente hablando se decía que era imposible. Lo curioso es que en los doce meses siguientes decenas de corredores lo lograron.

UN CONSEJO CARL JUNG

Terminamos esta colaboración con un consejo que a un servidor le ha servido mucho para tener más creencias positivas: inmersión total de tu mente con información sobre la creencia que te interesa adquirir o reforzar. Por ejemplo: te interesa bajar de peso, no te limites a una dieta y empezar hacer ejercicio, averigua por ejemplo como sufren tus rodillas con el sobrepeso, consumo de grasa como incrementa el riesgo de problemas cardiacos, verte en un espejo totalmente desnudo y darte cuenta que lo que ves es lo que es, etc.

Y pon un guardián en tu mente: en cuanto surja un pensamiento negativo recházalo de inmediato, nada bueno puede salir el.

!Feliz domingo estimado lector!

En esta nota