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Emprendimiento, otra vez...

La palabra “entrepreneur” (se pronuncia como entepenogg) de origen francés no tiene traducción al inglés y se usa como tal. Fue acuñada por el economista francés J. B. Say alrededor del año 1800, y significa literalmente: “tomar acción”.

La palabra “entrepreneur” (se pronuncia como entepenogg) de origen francés no tiene traducción al inglés y se usa como tal. Fue acuñada por el economista francés J. B. Say alrededor del año 1800, y significa literalmente: “tomar acción”. De forma más específica, Say define al entrepreneur como una persona que “saca recursos de un área de menor productividad y los traslada a un área de mayor productividad”.

Es importante hacer una distinción entre emprendedor y entrepreneur, a pesar de que en el idioma español se usa como traducción, la definición de emprendedor(a) de acuerdo con la Real Academia Española (RAE) es: “Una persona que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas. Otras definiciones señalan que emprender es acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierra dificultad o peligro.

A pesar de que la RAE invita a evitar los anglicismos y tecnicismos como entrepreneur, entrepreneurship y startup, la definición de entrepreneur y emprendedor no es la misma. Ambas definiciones coinciden en que es: “empezar una actividad con riesgo”. Sin embargo, el entrepreneur, a diferencia del emprendedor; realiza un análisis más exhaustivo.

Un emprendedor puede empezar una nueva empresa o un nuevo negocio a partir de una ocurrencia, una corazonada o a partir de una elevada autoestima en donde se repite que todo saldrá bien. Un entrepreneur está detectando oportunidades de forma constante, por ello, es más probable que un entrepreneur comience un segundo o tercer proyecto sea empresa o unidad de negocio a que una persona no emprendedora arranque un primer negocio.

Existen cinco tendencias que las instituciones de educación superior deben tomar en cuenta para el impulso a las actitudes de entrepreneurship:

-Los problemas del siglo XXI son grandes y complejos y tendrán que ser resueltos aplicando una cantidad de recursos sin precedente y enfoques no tradicionales que complementen las disciplinas académicas tradicionales.

-Las herramientas basadas en datos e información que están a disposición de individuos y pequeños grupos empoderan a los entrepreneurs ante las grandes empresas y organizaciones burocráticas.

-Las y los estudiantes que son el corazón y el alma de las universidades desarrollan un enfoque diferente y con una mentalidad distinta en donde privilegian los resultados sobre los procesos y se sienten cómodos con la acumulación de conocimiento a través de complejas formas de redes sociales y no sólo a través de la persona.

-Las fuentes tradicionales de financiamiento están disminuyendo y fuentes nuevas de financiamiento que privilegian las expectativas con base en el desempeño favorecen el enfoque entrepreneurial (como, por ejemplo el crowdfunding).

-Por último, el pensamiento entrepreneurial resulta central para combinar formas de raciocinio tradicionales con soluciones creativas para resolver los grandes problemas: Calentamiento global, enfermedades y pandemias y pobreza y desigualdad.

Cómo conclusión tenemos que son pocos los emprendedores, en México alrededor del 2 por ciento de la población económicamente activa en promedio, y en Tijuana alrededor del 4 por ciento, es decir el doble que la tasa nacional. Sin embargo, son todavía menos los entrepreneurs, aquellos que hacen la tarea de adquirir conocimientos técnicos y aplicar metodologías para reducir la probabilidad de fracaso.

Los eventos conspiran para poner una vez más a las universidades en una posición envidiable o terrible dependiendo el punto de vista, pero es donde existen mentes brillantes y en donde se crea una cultura de impulsar la generación de nuevo conocimiento y ponerlo en un uso práctico.

En México, la probabilidad de éxito de una empresa es de 25 por ciento y la esperanza de vida de un nuevo negocio de menos de cuatro años, es por ello por lo que las universidades pueden desempeñar un importante papel dando más y mejores herramientas en donde se pase de la simple materia de emprendedores al desarrollo modelos de negocio novedosos, desarrollo de prototipos y minimum viable products (MVPs) por medio de lean startup (arranque de negocio esbelto) en donde lo más importante es la experimentación con base en la información.

*- El autor es director de la Facultad de Contaduría y Administración de la UABC, Doctor en Economía por la UABC con maestría en Desarrollo Regional por el Colegio de la Frontera Norte.

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