El valemadrismo de la jueza
El rostro triste, desolado y temeroso del niño agarrado del cerco de su casa lo dice todo.
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El rostro triste, desolado y temeroso del niño agarrado del cerco de su casa lo dice todo. No tiene de dónde asirse para avanzar en este período de vida. Aun cuando los vecinos le cuestionaron qué le pasaba y cómo fue que obtuvo esa inflamación morada en ese par de hermosos ojos, duda en aclararlo. Después, ya presionado, dice que fue golpeado por la pareja sentimental de su mamá; y que -casi lo dice- se lo mereció por no haber leído algo de su tarea de manera correcta y, que no quiere que le llamen a la policía porque su mamá tiene que ir a trabajar. A pesar de todo, la protege y no quiere que tenga líos con los agentes del orden. Después supimos que todas las anteriores parejas de su madre lo golpeaban y abusaban de él.
La noticia en las redes sociales rebotó inmediatamente causando una enorme indignación y, de manera unánime, condenamos esta cobarde y abusiva acción. No sé si hubo una denuncia ciudadana o si las autoridades actuaron de oficio, aprehendiendo al agresor, pero el gusto se nos fue al pozo cuando nos enteramos de que la jueza Hilda Maritza Morales Mercado, en lugar de iniciar un proceso con el sujeto encarcelado, lo dejó libre para que enfrentara el asunto desde casita.
Los golpes que el niño mexicalense sufrió no son cualquier cosa. Le dejaron los ojos morados y le fracturaron la cadera, por lo que pasará más de 15 días en el hospital. Estas lesiones muestran la saña con la cual Alexis Gerardo Fernández Hernández golpeó al menor, que no tuvo la forma de defenderse ni la posibilidad de correr para buscar refugio o auxilio de sus vecinos. ¿Qué otros abusos cometió contra este y otros niños en su comunidad? Esto debe investigarse.
El agregado más inhumano de este delito contra el niño es que, la máxima autoridad para investigar y juzgar esta agresión, tan grave, es que la jueza a cargo del caso, actuó de manera estúpida, dejando en libertad al agresor. ¿Cómo es que decide que un individuo de esta peligrosidad, que no se tienta el corazón para agredir a un menor de edad, indefenso, e incapaz de reaccionar para defenderse merezca su apoyo? Si agredió al menor ¿cree la jueza que va a esperar a ser investigado, juzgado y condenado acudiendo a firmar periódicamente? ¿Por qué no tuvo un poco de sentido común para evaluar la peligrosidad y agregarle a su decisión que la propia madre del niño, estuvo presente al momento de la agresión y de que, hasta donde se sabe, huyó de la ciudad? ¿No pensó la jueza que el riesgo se incrementa exponencialmente, si el menor permanece cerca del sujeto?
La verdad, es preocupante saber que tenemos jueces con tan poca capacidad de razonamiento, que con sus ligeras decisiones debilitan la escasa confianza que los ciudadanos tenemos en nuestro sistema de justicia. La Suprema Corte de Justicia del Estado o la autoridad judicial que le corresponda, están obligadas a investigar a esta liviana jueza, para que se le determinen responsabilidades y se le someta a una investigación judicial por lo que amerite. Vale.
*El autor es Lic. En Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.
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