El silencio
“Los carniceros de hoy serán las reses del mañana”.
“Los carniceros de hoy serán las reses del mañana”.
Se dice que cuando un gobernante en México deja la silla del poder se vuelve silencioso, no se le ve en la escena política y siempre se había respetado. Esto lo saben y lo practican los militantes del PRI, sean presidentes municipales, gobernadores y ex presidentes de la nación, que cuando se deja el puesto, se debe de retirar, ni tampoco opinar acerca del nuevo gobierno, debe irse al ostracismo, a guardar silencio, su momento y oportunidad ya la tuvieron. Los reflectores ya no les aluzan a ellos, aluzan a otra estrella recién ungida que no desea compartir el poder con nadie. No obstante, los del PAN, Fox y Calderón ex presidentes catalogados como de “derecha” se dedicaron a denostar y desafiar con críticas al poder constituido buscando ser contrapesos, sin embargo, son figuras muy desgastadas, carentes de toda calidad moral y su osadía les ha salido “muy cara”, ambos han sido investigados y les encontraron debilidades que según ellos no “sabían”.
Hay que tener calidad moral para criticar, pero también se debe tener la “cola muy corta, para tener la lengua muy larga”. No entendieron, que el presidente de la república es el presidente de la república y tiene todo el poder de las instituciones para poner orden en el país. Nadie mejor que él para estar bien informado. No se vale decir, que desconocía, o no le informan lo que hacen sus subordinados. El presidente debe ser el hombre más informado del país, es el jefe responsable de todo lo que sucede en la nación. Sexenios vienen, sexenios van y las injusticias hacia la sociedad crecen de manera exponencial, la corrupción, la inseguridad y la impunidad son asignaturas pendientes desde hace décadas, el “paraíso prometido” por los partidos políticos no llega, solo se escuchan campañas mediáticas, linchamientos públicos, pero nadie está en la cárcel, los ladrones de cuello blanco viven libres como si nada hubiera pasado.
Todos los ex presidentes serán juzgados en su momento bajo el adagio popular de “el que a hierro mata a hierro muere”, nadie se salva de esta condena, ningún gobernante estará exento del juicio político e histórico de la sociedad, menos de sus enemigos políticos. La cacería de brujas siempre se da o la búsqueda de chivos expiatorios. A toro pasado salen a relucir los excesos excentricidades y saqueos, pero al final, la impunidad se impone, a pesar de los linchamientos mediáticos, en tanto la sociedad festeja a priori sin ningún juicio, sin ninguna prueba el pueblo se siente feliz, feliz, feliz, da la impresión de ser una “catarsis”, después de la cual se olvida todo. Desafortunadamente la sociedad, el “imaginario colectivo” olvida todo, no tiene memoria, por eso se van unos y llegan otros prometiendo el paraíso terrenal y marcando la diferencia, diciendo, no somos iguales.
Los que hoy juzgan con severidad, serán juzgados el día de mañana, así es la política, siempre a “toro pasado” las críticas por el mal desempeño siempre están presentes, mientras que los que arribaron al poder, son unas “blancas palomitas” con una honestidad a toda prueba con un decálogo muy claro de no robar, no mentir y no traicionar. Serán estos verdaderamente los honestos los que harán justicia en nuestra sociedad o tendrán que poner en práctica el adagio popular de “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”
Ahora, hagamos un paréntesis, se acerca la Nochebuena y celebraremos Navidad, son fechas para reflexionar, para otorgar perdón y recuperar, en su caso, la armonía en los hogares, les envío un abrazo afectuoso y mis mejores deseos.
*El autor es economista egresado de la UABC.
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