El regaño no llegó a BC
Hay declaraciones que por quienes las expresan tienen sustento por los conocimientos que tienen sobre el tema
Hay declaraciones que por quienes las expresan tienen sustento por los conocimientos que tienen sobre el tema, me refiero al próximo secretario general de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, un hombre con enorme experiencia política, conocedor de la Constitución y una gran parte de las leyes que de ella emanan, pero que ahora se ha convertido en férreo defensor del período de 5 años de gobierno de Jaime Bonilla Valdez.
Uno de los puntos en los que hay que estar atentos, es que esta reforma del 8 de julio, del artículo 112 de la Constitución de Baja California, en que se inhabilita el 8 transitorio, fue a raíz de la iniciativa del diputado de Morena, Víctor Manuel Morán, pero de sorpresa, los diputados del PAN, una mayoría, votaron a favor. En resumen la reforma fue gracias a los panistas.
En dos ocasiones anteriores se habían presentado recursos para ampliar el periodo de gobierno. El primero el 22 de enero de 2019, por Blanca Favela, ante el Tribunal Estatal Electoral, este determina que será de cinco años y emite la sentencia el 25 de febrero de este año; sin embargo es impugnada esta decisión ante la Sala Superior del Tribunal Electoral que echa abajo lo determinado por dos magistrados electorales locales.
Dice Amador Rodríguez que es en ese lapso de tiempo cuando se registra Jaime Bonilla, por un gobierno de 5 años. El 3 de abril de 2019 se presenta otro juicio para ampliar el gobierno a seis años, los magistrados a modo resuelven a favor, de nuevo la Sala Superior del Tribunal Electoral pone en ridículo a los magistrados electorales de Baja California y el 29 de abril resuelven en contra.
El 8 de julio los diputados de la XXII legislatura hacen su reforma, misma que no ha llegado al Ejecutivo para su publicación en el Periódico Oficial. Las protestas se extienden por todo el país, Bonilla Valdez defiende la soberanía del Estado para tomar sus propias decisiones, o la de los panistas, claro.
La reforma la bautizan como “Ley Bonilla” y continúan las críticas a diestra y sinestra, también los defensores. Rodríguez Lozano afirma que esta bien.
En la conferencia mañanera de López Obrador y a raíz del relajo que se armó en la Cámara de Diputados, el presidente afirma: “Es que no se debe de modificar la ley en función de intereses personales o de grupos. No se puede retorcer la ley, no se puede hacer la ley a la medida, independientemente de dónde suceda”. Ya que la diputada de Morena Dolores Padierna quería hacer una reforma para que presidiera su partido los tres años la Cámara de Diputados.
Un reportero le cuestiona al presidente López Obrador si esto incluye a Baja California, a lo que responde López Obrador: “Todo. Nosotros queremos que se lleve a la práctica el principio de los Liberales del siglo XIX, que se resume en la frase: ‘Al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie”.
Por supuesto que Amador Rodríguez Lozano, como buen político, dice que “no es una reforma que tenga como propósito satisfacer los intereses personales de Jaime Bonilla o de un grupo, sino es una reforma que tiende a reivindicar los errores del pasado de un grupo de legisladores que amafiados con el poder, decidieron engañar a la gente y fraudulentamente aprobar, según ellos, la reforma”. Y la pregunta es ¿Dónde estaba Amador Rodríguez Lozano estos cinco años desde que se aprobó la reforma en 2014 y por qué no se habló nada de este fraude durante la campaña al senado de Jaime Bonilla? Será la Suprema Corte de la Nación la que decida quién tiene la razón.
* El autor es periodista independiente.
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