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El país es un cementerio

Una historia desgarradora e icónica de nuestra realidad la de Rosario Lilian Rodríguez Barraza, no supo más de su hijo Fernando de veinte años de edad desde octubre 2019, desapareció en Sinaloa.

Una historia desgarradora e icónica de nuestra realidad la de Rosario Lilian Rodríguez Barraza, no supo más de su hijo Fernando de veinte años de edad desde octubre 2019, desapareció en Sinaloa. Denunció y no recibió respuesta de la fiscalía en Mazatlán a pesar de presentar testimonio descriptivo de cómo lo levantaron apoyada en videos. Lo buscó día y noche, así lo declaró, se unió a un colectivo de buscadoras de desaparecidos y fue tan activa que encontró varios restos humanos. Recibió atentados con gasolina en su casa, intento de levantón a otro hijo y misteriosas amenazas, perseveró. Este 30 de agosto se cumplieron once años de instalarse el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, Rosario fue ese día a una misa conmemorativa, a la salida unos hombres la levantaron y apareció muerta con signos de atropellamiento no lejos de allí. No sé de ningún país que tenga varias organizaciones de madres y padres buscadores de hijos, buscando fosas en el campo, encontrando otros muertos que no son los suyos. El país es un cementerio, el tiempo seguirá destapando osamentas. No sabemos cuántas personas desaparecidas hay en México, en 2011 había como cinco mil personas reportadas como desaparecidas, diez años después cien mil. Supera la capacidad forense del Estado y quedan miles y miles de huesos sin nombre, más de cincuenta mil cuerpos sin identificar. Sabemos que muchas desapariciones forzadas terminan desapareciendo hasta los restos, basta con recordar a los 43 estudiantes de Ayotzinapa. No tenemos una dictadura o guerra civil que explique esta decena trágica, es la delincuencia organizada la responsable. Las desapariciones forzadas en México eran exclusivamente políticas, las fuerzas armadas y policiacas solían ser las perpetradoras. Ahora son las fuerzas armadas las que tratan de apagar el poder de los criminales. Más terrible es enterarse que van quince madres buscadoras que las desaparecen. De total de los desaparecidos oficialmente más de veinte mil son mujeres, la desaparición forzada de mujeres es muy grave en nuestro país. Casi sesenta por ciento de las mujeres desaparecidas tenían menos de veinticuatro años. Muchas cifras podemos citar que ilustran lo barbárico del México contemporáneo. Rosario Lilian merece mucha atención, ilustra en extremo la impunidad y crueldad. Hay desapariciones forzadas que aparecen pronto como cadáver, esas suelen entrar en la categoría de homicidios, y estos también abundan. El gobierno asegura que están reduciendo las desapariciones bajo la forma de secuestro, en realidad es muy poco y el problema nacional de criminalidad va al alza año con año. La indignación aumenta en la medida que la cantidad y calidad de la violencia nos abruma y aterroriza. No me sorprendería que el centro del debate electoral fuese seguridad, y quizá salud.

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