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Edad y carácter político

¿Están Muñoz Ledo y Biden, dementes? Con Muñoz Ledo pienso que sí, leve y con un agregado fundamental, está teniendo una exacerbación de su trastorno narcisista de la personalidad.

¿Están Muñoz Ledo y Biden, dementes? Con Muñoz Ledo pienso que sí, leve y con un agregado fundamental, está teniendo una exacerbación de su trastorno narcisista de la personalidad. A Biden le veo más lo que se llama en medicina deterioro cognitivo leve. En él supongo es un asunto vascular, afortunadamente está siendo moderado su Covid, con cuatro vacunaciones y un específico antiviral. Si se complicara muy probablemente le acentuaría las fallas cognitivas, en lenguaje, pensamiento y eventualmente la memoria. Llama la atención lo magnífico de su desempeño, es evidente va cuesta arriba con su edad, tiene momentos de error, pero no de juicio. De Muñoz Ledo es imposible no tomar en cuenta la historia de abuso del alcohol, a él siempre lo he visto con lo que se puede llamar un trastorno de la personalidad narcisista inteligente, ergo exitoso. Ahora veo un carácter fuera de control que se plasma en sus ideas más oposicionistas que propositivas. El contenido de sus ideas tiene que estar por escrito y revisado, cuando habla espontáneamente pareciera que se resbala, en lo que dice y el cómo. En las demencias el pasado es lo que queda en la memoria, por momentos me parece un regreso a sus tiempos de priista. Es un campeón de la oratoria, habiendo quedado atrás sus momentos célebres, ahora hasta la dicción se le dificulta, da tristeza. Algo indiscutible en AMLO es su habilidad cognitiva, no me imagino a otro político, de cualquier edad, que sostenga el reto de siempre responder a las preguntas más diversas. Tiene sus trucos, como sus pausas entreteniéndose con relatos de historia de México con moraleja, o poniendo un video musical. Sus pausas al hablar son parte de él, cuando leelo corrige, cuando piensa hace sus características pausas. Tiene un narcisismo necesario, se tiene que personificar como líder, pero no lo traiciona lo narcisista. A mí me sorprendería que no fuera el canciller su sucesor, regresaría la diplomacia, añoraríamos lo tropical. Y hablando de personalidades me parece que las corcholatas tienen algunos rasgos evidentes. Al canciller, como buen pelón le noto lo presta pelos, y así otros signos narcisistas mamucos, algo arrogante. La sencillez de Claudia se topa con su cara de póker, con pobre expresión facial, corporal y en la emoción. Por buenos que sean sus mensajes aburren, o por lo menos no entusiasman. Se le nota una buena personalidad, no la expresividad. Larga sería la lista de pre precandidatos. En México hemos tenido presidentes desabridos, quizá hay que irse hasta antes de Salinas para encontrar sólidas personalidades. Disfrutemos del espectáculo mientras tengamos estas mañaneras con sorpresas, yo lo sigo en la sección de preguntas. Es como una partida de ajedrez sintiempos. *-El autor es siquiatra y ejerce en Tijuana.

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