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¿Dónde están los empresarios?

La emergencia sanitaria nos obliga a todos a tener un enfoque humanitario, hacer lo que esté a nuestro alcance para salvar las más vidas posibles y ayudar para que la ciencia médica haga lo que le corresponde.

La emergencia sanitaria nos obliga a todos a tener un enfoque humanitario, hacer lo que esté a nuestro alcance para salvar las más vidas posibles y ayudar para que la ciencia médica haga lo que le corresponde. Sin embargo, existe otra emergencia que tendrá que ser atendida: la económica.

Hoy el empresario se encuentra en la mira de un gobierno obsesionado por instalar una de las agendas más fracasadas de la historia universal, con más polarización y producción de pobres que ningún otro sistema político en el mundo.

El presidente ya lo dijo: “esto nos vino como anillo al dedo” y lo creo porque lo estamos viendo, lo estamos leyendo, lo estamos escuchando, lo estamos sufriendo.

El socialismo reconoce a la empresa siempre y cuando esta se someta a un control estricto por parte del Estado con el pretexto de garantizar igualdad para todos, pero la verdad es que busca clientes para la permanencia en el poder. Al socialismo le molesta el neoliberalismo porque este último, con todas las imperfecciones y desigualdades que tiene, está basado en la competencia y al socialismo no le gusta competir, le gusta imponer.

Ante tanta confusión y falta de certidumbre, empiezan a gritar voces acomplejadas señalando al sector productivo como empresarios rapaces, egoístas, avaros y desalmados. ¿Los hay? ¡Claro que los hay! y los hay como también políticos corruptos, médicos gandallas, ciudadanos irresponsables y podría seguirme con todos los oficios y profesiones. Pero entonces… ¿dónde están los emprendedores de México?

ESTAMOS buscando mantener a flote el negocio.

ESTAMOS atendiendo los pocos clientes que se animan a comprar.

ESTAMOS haciendo llamadas para pedir prórroga en los pagos pendientes.

ESTAMOS salvado los empleos que hemos generado con tanto esfuerzo.

ESTAMOS confiando en nuestros trabajadores en medio de la crisis.

ESTAMOS buscando dinero para pagar impuestos para que el gobierno nos atienda a todos.

ESTAMOS haciendo planes para el futuro inmediato pues esto cambiará de forma increíble.

ESTAMOS estudiando para tener nuevas ideas, nuevos métodos, nuevos productos, nuevos servicios que ofrecer.

ESTAMOS ayudando a la Cruz Roja, a las fundaciones y a las organizaciones altruistas que también se han quedado sin nada.

ESTAMOS buscando que otros empresarios no decaiga su ánimo.

ESTAMOS convocando a otros empresarios para que se sumen a atender esta emergencia.

Y por si fuera poco, también ESTAMOS aislados, atendiendo las instrucciones de la autoridad, cuidando nuestra salud, cuidando a nuestras familias, angustiados, luchando y enfrentando también nuestros propios miedos.

Ayer me topé con esta reflexión que intenté adaptar a nuestra realidad. Ser empresario no es la panacea, pero te aseguro que sí será el soldado o el enfermero que saldrá a levantar los muertos económicos y laborales que esta pandemia dejará si nuestro gobierno insiste en dividirnos, insultarnos, amenazarnos y abandonarnos.

¿Ahora sí te queda claro dónde están los empresarios de México?

* El autor es Director de Testa Marketing, investigación de mercados.

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