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Diferente

Escribí una columna distinta a esta, quizá la publique si el Presidente sigue teniendo algunos errores estratégicos que llaman la atención.

Escribí una columna distinta a esta, quizá la publique si el Presidente sigue teniendo algunos errores estratégicos que llaman la atención. Pero caí en cuenta que se publicaría el Día del Amor y no pude evitar contarles lo que acaba de publicar en una prestigiosa revista neurocientífica. Los clínicos de la psiquiatría escuchamos constantemente la diversidad de la sexualidad en cada mujer, y en cambio vemos un patrón en el hombre. Trataré de no ser demasiado explícito, es la fecha que a algunos les causa pudor hablar del clítoris. Mismo que está representado en la corteza del cerebro, donde se decodifican los estímulos táctiles de manera distinta en cada mujer. Eso aporta mucho a la explicación de por qué algunas mujeres tienen tanto apetito sexual y otras lo repudian. La localización de la parte de decodificación de la estimulación clitoridiana es tan distinta como su grosor. También nos ayuda a comprender las imborrables huellas del abuso sexual en la infancia, que es cuando maduran estas áreas. La forma en que se hizo fue muy chistosa, mediante un estudio de imágenes cerebrales de última generación mientras una mujer se excitaba a sí misma con un calzón vibrador, no les cuento más detalles. El resultado fue fascinante, será un problema para algunas feministas entender que es feminista conocerse como mujer y que subrayar las diferencias anatómicas entre los sexos no es discriminación. Entender que tres o cuatro de cada diez mujeres padecen de alguna forma de disfunción sexual es muy importante, inclusive es de discutirse si sigue aplicándose el término trastorno y entender que se trata de diferencias que hay que respetar. Que una mujer diga que está más tranquila si no tiene actividad sexual es algo a respetarse, difícil de entender por los hombres. En cambio, el que una mujer tenga promiscuidad impulsiva si es de preocupar clínicamente, igual que en un hombre. El experto en sexualidad no es el sexólogo, esa especialidad no existe. Abundan diplomados en ello, pero en realidad es un saber que está en la medicina; repartido entre la psiquiatría, la urología, la ginecología y la endocrinología, principalmente, que es donde está el saber sobre las bases de la sexualidad y sus trastornos. Demostrar por primera ocasión de manera tan evidente las diferencias que existen entre los cerebros de las mujeres es fundamental. En psiquiatría casi siempre escuchamos la misma historia de los hombres, pero cada mujer resulta distinta en la forma en que vive su sexualidad. Las parejas podrán juzgar, en la clínica jamás. No etiquetamos a una mujer por su posición en la sexualidad, antes se diagnosticaba la frigidez, hoy en día abandonamos prejuicios y solamente nos preocupamos cuando es motivo de intranquilidad para ella.

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