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¿Desaparecida?

La situación actual de nuestra ciudad es caótica, incierta y llena de riesgos fatales.

Por el derecho a la libertad de expresió

La situación actual de nuestra ciudad es caótica, incierta y llena de riesgos fatales. La Presidente Municipal, que tiene días perdidos sin asistir a su trabajo, lo afirman sus regidores, resultó una pifia total. No ha podido, aunque sea, aparecer como una lideresa trabajando por el bien de la comunidad. No se le conoce actividad cierta y las obras municipales no solo son escasas, sino que parecen no existir. La ciudad luce sucia; con sus calles en estado deplorable sobre todo en las colonias; la basura se apila en los botes fuera de las casas y no se sabe si tiene un programa de pavimentación que esté activo en la actualidad. La obra pública o es mínima o no se ha realizado porque no aparece por ningún lado. El bacheo, que es la tarea que se ha visto que realizan, lo llevan a cabo con tierra y sin compactarla. Mi calle que tiene más de sesenta años de existir y está en total abandono, y los que la habitamos la mantenemos limpia por decisión personal ciudadana, requiere trabajo mayor. En ese sentido, ni la Alcaldesa ni sus funcionarios han logrado dar pie con bola, dejando a la ciudad sin un liderazgo real.

A la par, la Presidenta y el Síndico Procurador, no le ponen atención a los grandes problemas que hemos estado arrastrando. Los han dejado de lado, como si fueran asuntos olvidados o se tuviera temor de atenderlos. Dos ex presidentes municipales han sido denunciados por pésimas y corruptas administraciones, sin que estas autoridades levanten la voz para investigarlos. Se desconoce si la administración de la corrupta Nereida Fuentes ha contestado a las observaciones que le hizo la Auditoría Superior del Estado, como también se desconocen las citadas observaciones. Claro que es difícil que Sindicatura intervenga si, la verdad, tiene problemas hasta para que los policías municipales actúen bajo la ley y no de manera arbitraria como siempre lo hacen.

Zulema Adams Pereira se ha distinguido en su administración por llevarse fuera de la ciudad, por no realizar el trabajo a que está obligada legalmente y por escándalos y fatalidades a su alrededor. Hace unos cuantos días fue asesinado uno de sus primos, por cuestiones aún no dilucidadas, y al día siguiente, uno de los cuñados de su primo ejecutado, también fue ajusticiado. En las redes sociales se acusa a la Alcaldesa de tener nexos con la delincuencia organizada, y no se conoce que haya hecho algún posicionamiento negándolo. Se dijo en las redes sociales, que le habían puesto una fecha para ejecutarla y eso resulta muy preocupante. La ciudad está conmocionada porque, si la más alta autoridad está en peligro, los infelices mortales tecatenses pensamos todos los días en los santos óleos.

Nunca nuestra ciudad había estado en momentos tan inciertos. Nunca habíamos sabido que ser presidente municipal fuera tan peligroso en nuestra ciudad. Ahora que la inseguridad amenaza a todo el mundo, no sabemos a quién encomendarnos pues los encargados de protegernos tienen tanto miedo como nosotros. ¿Cómo o de dónde debemos sacar las fuerzas necesarias para denunciar ilegalidades, si quienes deben perseguirlas hacen caso omiso ante los problemas? La presidente municipal y la sindicatura deben realizar las tareas que les exigen las leyes y los reglamentos municipales. Vale.

*El autor es Lic. En Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

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