Debilidades
Estamos a un paso de que se definan las candidaturas para los puestos de elección popular en Baja California.
Por el derecho a la libertad de expresión Estamos a un paso de que se definan las candidaturas para los puestos de elección popular en Baja California. Vamos a salir a votar por gobernador, presidentes municipales y diputados que, con toda seguridad, serán otros individuos cuando ganen las elecciones. Aquellos corderitos que nos encontraban en la calle y se abalanzaban hacia nosotros para saludarnos, que fueron a nuestras casas a platicar con nosotros, se convertirán en sujetos prepotentes, difíciles de contactar y en seres invisibles para los simples terrenales.
Aunque se van a sentir ofendidos y maltratados estos corderitos, la verdad es que sus fines son totalmente egoístas. Tienen una mente metalizada que los guía hacia la fácil obtención de riqueza. Es falso que quieren el beneficio de la población y que buscarán hacer obras que favorezcan a la mayoría de los ciudadanos. Sus metas son personales. Además, las actividades que tienen proyectadas, si ganaran, están condicionadas a la relación de cooperación que pudieran lograr, con varios poderes municipales reales. El primero y más poderoso, sin duda alguna es el Sindicato de Burócratas. Ellos son el motor que mueve los engranajes de la dinámica municipal, por consiguiente, se les deben concesionar tantas demandas como sea posible.
El segundo ente de poder, la corporación policíaca, comenzará a negociar desde mucho antes de que, inclusive, se hayan definido las candidaturas. Los ingresos financieros por este sector son importantes en extremo, y la división de estos es ineludible. El director y los mandos medios deben ser definidos con anterioridad, porque ellos deberán controlar a los grupos internos. El alto grado de corrupción de la corporación está tan definido, que no se ha podido ni se ha intentado deshacerlo. Iniciar la discusión de este tema es de importancia tal que, quien se atreva a posicionarse al respecto, se echa encima un enorme problema.
Estas dos instancias de poder municipal no forman parte, por supuesto, de las discusiones de los precandidatos, sean de partido o independientes. Procuran no tocarlos pues pondrían en riesgo su candidatura. Cuando se convierten en candidatos formales y andan cazando cualquier posible voto, mucho menos se los van a echar encima. Los malos gobiernos, que lo han sido todos, desde las campañas comienzan apoyando a la corrupción al no posicionarse ante ella. Cuando siendo ciudadanos renegaban y tuvieron miedo de la violencia, la delincuencia y la matazón que existe, llegando a funcionarios de elección popular harán oídos sordos y no impulsarán acciones frontales, contra esta fatal situación social que padecemos.
Desde antes que comiencen sus gobiernos ya forman parte del grupo que indirectamente apoya el caos social. Al igual que los actuales, los ajusticiamientos no los conmueven ni los motivan. Viven tranquilos como si no pasara nada. Han tenido que ser las madres, los padres, los hermanos y las amistades quienes denuncien desapariciones y organicen movimientos sociales para recuperar, la mayoría de las veces, solo algunos huesos de sus seres queridos. Nada desconcierta a los elegidos al poder. Ningún hecho sangriento los mortifica. Han creado una fortaleza en sus vidas para que nada disturbe su tranquilidad. Ellos son el poder y la gloria, los asesinatos están fuera de su esquema. Allá que sufran los electores, la violencia no es cosa de los enquistados en el poder. Vale.
*El autor es Lic. En Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC
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