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De la nostalgia a lo digital

Con tantas plataformas digitales para ver películas, series, documentales y si agregamos la pandemia por el Covid 19, la industria de las salas cinematográficas estuvieron a punto del colapso y algunas cadenas nacionales han cerrado como Cinemex, aunque no se sabe si es un cierre definitivo.

Con tantas plataformas digitales para ver películas, series, documentales y si agregamos la pandemia por el Covid 19, la industria de las salas cinematográficas estuvieron a punto del colapso y algunas cadenas nacionales han cerrado como Cinemex, aunque no se sabe si es un cierre definitivo.

Desde hace varios meses, Cinépolis opera con el 30% de capacidad, pero al menos ahí la llevan, la desventaja es que en un principio de la reapertura no había estrenos tan atractivos para los que nos gusta ir al cine.

Muchos amigos míos me ven como “raro” cuando les digo que pocas veces me meto a Netflix o Disney Plus (tengo ambas), la razón es que soy distraído y si pongo algo tengo que apagar el celular o cualquier cosa para poner atención al 100%, ya que rápidamente le pierdo el interés. Además no soy de los fans de las series, nunca me senté a ver en los 90s un capítulo de “Friends”, “Beverly Hills 902010” , creo que de niño si vi “Bonanza” y “Dallas”.

No hay nada más placentero que desconectarse del mundo durante dos horas en una sala de cine, comer tus palomitas, tus nachos y enfocarse a la pantalla. Al finalizar la película, si vas acompañado, comentar con esa persona la historia, si les gustó o no. Me acordé de la canción “El Cine” de Mecano.

Desde niño me gustaba ir solo al cine, el más cercano a mi casa era los Cinemas Gemelos,donde hoy está Plaza Galerías Hipódromo, ahí proyectaban dos películas por el precio de una, también estaba el Cinema 70, ahí me tocó ver “Gremlins”, “E.T” y “Quién engañó a Roger Rabbit”.

En la calle 7 entre Revolución y Madero, estaba el Cine Reforma, recuerdo que era una sala enorme, aunque me tocó conocerla en los 90s ya que siempre ponían películas que no me llamaban la atención.

En la calle 5ta entre Constitución y Revolución estaba el Cine Roble, ahí vi “Cementerio del Terror” con Erika Buenfil, Usi Velasco y Eduardo Capetillo, también yo de casi puberto veía un lugar majestuoso donde vendían unas palomitas en bolsitas de plástico muy ricas.

“Fiebre de Amor” de Lucerito y Luis Miguel, “Kathy la Oruga” me tocó verlas en el Cine Zaragoza de la Calle 4ta y Mutualismo, este lugar histórico creado a principios de los años 30 sigue funcionando como teatro, ya que siempre fue un cine-teatro. También funcionaba el Cine Bujazán en la calle Constitución entre 6ta y 7ma, ahí se

ponían muchas películas mexicanas, “Los Verduleros”, “Noche de Buitres”, pero no me dejaban entrar porque eran Clasificación C, pero recuerdo que ahí se presentó la obra “Vaselina” con Timbiriche.

Ese cine fue de los más elegantes en su época y la taquilla aún sigue en pie, al parecer quieren hacerlo un recinto cultural en la ciudad. También sigue el edificio del Gran Cinema en la calle 5ta y Niños Héroes, en su decadencia empezó a proyectar películas porno.

El Cine Variedades operaba en la calle 2da, su fachada era muy bonita de noche, ya que las luces de neón con estrellas, eran un referente.

En los 90 se crea el primer Cinépolis de la República Mexicana y fue justo aquí en Tijuana, con un complejo moderno de 10 salas cinematográficas. Fue así como los enormes cines empezaron a desaparecer, aparte de todos los problemas con Pecime. Muchas gracias por su espacio, síganme en Facebook: Daniel de la Torre Radio y Prensa y en Instagram #danieldelatorretj. Hasta la próxima semana.

*El autor es comunicador y director de Radio Media Escuela de Locución

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