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Dar Gracias en la Adversidad

“Somos lo que hacemos”.

“Somos lo que hacemos”.

Son los últimos días del año, seguramente el más difícil del que tengamos memoria; aun con ello tenemos lo más importante, la oportunidad de estar vivos, de poder dar gracias e imaginar que mejores días están por venir; que pronto nos volveremos a abrazar y que el recuerdo de los que se fueron no se acabe nunca, que nuestros muertos nos acompañen por siempre, hasta que llegado nuestro momento nos volvamos a encontrar.

Hoy tenemos la oportunidad y el deber de sentirnos agradecidos por nuestras alegrías y por nuestros dolores, por el inmenso regalo de contar con gente que se ha dedicado en cuerpo y alma a luchar por nosotros en el sector médico, miles de héroes y heroínas anónimos que ha dado lo mejor de sí en estos días tan aciagos.

Hoy debemos dar gracias por nuestro trabajo, por contar con uno que nos permita llevar el pan a la casa y con ello poder construir una historia con los nuestros. Este año apilamos en nuestro corazón una larga lista de gente que murió sola en una cama de algún hospital al igual que la soledad de sus deudos al no poder ser acompañados ni siquiera en el adiós a sus seres queridos, hoy en estos días hasta la soledad ha sido más dura que lo que antes era.

Este año con todas nuestras tragedias y abrazos pendientes tuvimos la oportunidad de seguir diciéndonos -te quiero, los extraño y espero pronto verlos- demos gracias porque no habrá enfermedad alguna que nos quite esa esperanza, ni hoy ni nunca.

Hoy debemos de sentirnos agradecidos con la ciencia, si, con el desarrollo de las ideas que hoy se condena y se merma en nuestro país, pero que en otros ha hecho lo que parecía imposible: desarrollar en tan sólo un año una vacuna que en otras condiciones hubiera requerido por lo menos de diez.

Hoy debemos dar gracias y valorar esa esperanza, miles se han ido sin saber que es cuestión de meses que en nuestro país contaremos con ella.

Agradecer requiere valorar realmente la oportunidad que muchos no tendrán más, pero también demanda obligaciones: ser mejores, ser más solidarios y exigir con hechos lo que para muchos han sido sólo palabras huecas que se dicen por ocasión y no por convicción; debemos tener la certeza que la sinrazón no construye una mejor comunidad; debemos hacer votos porque en los hechos construyamos juntos, día con día, el espacio digno para nuestras familias, y para ello reconocernos como lo que somos, gente bendecida de muchas formas que tiene la obligación moral de contribuir con su sociedad, mucha, mucha más que aquellos que no han tenido ni nuestra suerte, ni mucho menos nuestro entorno; hoy junto con muchos gracias debe haber igual número de “me comprometo a”; si pasamos estos días difíciles y mañana seguimos siendo los mismos, si los que tenemos las oportunidades de la holgura económica, de gozar de salud y de continuar con las comodidades de siempre no recapacitamos nuestro rol en la sociedad, miles de mexicanos abrán muerto en un país colapsado por nuestra indiferencia, en este en el que exigimos el compromiso de todos pero nunca empezamos por el nuestro.

Mejores días están por venir, no perdamos la oportunidad que tenemos para asegurarnos que así sean.

*El autor es empresario, ex dirigente de la Coparmex Mexicali.

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