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Culpable soy yo

"Lo que insistentemente deseamos, con el paso del tiempo, será en lo que eventualmente nos convertiremos”

En una ocasión le preguntaron a G. K. Chesterton, famoso escritor británico, cuál era el problema de que el mundo fuera tan irracional y dividido, y contesta: “El culpable soy yo”. Y acto seguido agrega lo siguiente: “con qué facilidad las personas hablamos de problemas cuando no tenemos la mas mínima idea de cual es el problema real”.

CUÁL ES LA SITUACIÓN

El problema no son los medios de comunicación que prácticamente propagan lo negativo de las cosas, o las redes sociales con las fake news, o con la polarización que se provoca por parte de algunos políticos en los asuntos públicos.

La clave está en la atención que uno le da a esos medios, a esas redes sociales, a ese ambiente tóxico que nos damos cuenta que nos rodea.

Recuerda estimado lector de que donde fluye nuestra atención se expande. Hablando del ambiente, este comprobado que uno actúa más torpe cuando anda en “bola” que cuando anda solo. Y aquí entra un aspecto crucial: si tu opinión y creencias son como las de los demás o de las mayorías es muy probable que te falte juicio crítico.

Te pongo un ejemplo empresarial: recientemente tuve la oportunidad de platicar con un exitoso hombre de negocios local. Cuando le pregunto como inicia su negocio, me comenta lo siguiente: En una empresa trasnacional logra ser director regional de ventas, y le llaman para informarle que lo nombrarán Director nacional de ventas.

Pide un plazo para pensarlo, y decide no aceptar. El jefe no puede creer la respuesta y no lo baja de ya sabes que. Nuestro amigo hizo la siguiente reflexión: tengo ya más de cuatro décadas, en cuanto llegue a la quinta me van a pedir que me retire,y ahorita es el momento preciso para iniciar mi negocio propio. Lógicamente esto conllevó un gran riesgo, mismo que gracias a Dios fue resuelto. Son contadas las personas que hacen esta evaluación.

CON RESPECTO A LAS REDES SOCIALES

Las redes sociales y portales de comunicación viven de las personas que logran captar su atención, del número de seguidores. Y como saben que lo negativo, lo tendencioso, el morbo es lo que jala, caemos en el juego de seguirlos.

Qué pasa si no los sigues, no hay atención, no hay dinero, y por lo tanto no subsisten, así de sencillo. Por eso podemos remitirnos al comentario de Chesterton, si el mundo anda mal el problema y el culpable soy yo, como la canción de José Luis Rodríguez, mientras consumo, sigo y comparto lo negativo.

Si te fijas estimado lector hay cosas que sabemos y seguimos haciendo: harina y azúcar engordan, fumar provoca cáncer, pornografia adicción al sexo, drogas destruyen cerebro, todo esto lo sabemos pero persiste el consumo.

La próxima vez que creas que algo anda mal, piensa si no serás parte del problema. Y de ser así procura enfocarte en ser parte de la solución. Que ya no te quede la canción del Puma.

NEAL A. MAXWELL.

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