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Cuidado…mucho cuidado

Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora constitucional del estado de Baja California, deberá caminar con mucho cuidado en los fangosos y traicioneros terrenos de la política electoral.

Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora constitucional del estado de Baja California, deberá caminar con mucho cuidado en los fangosos y traicioneros terrenos de la política electoral.

Su nombre está en la lista de los funcionarios de Morena que han violado la ley electoral al menos en un par de ocasiones. Apegarse a los lineamientos nacionales a una adelantadísima sucesión presidencial le ha traído consecuencias.

No ha podido, o no ha querido, apartarse de esa atracción que provocan las luminarias nacionales, la foto con López Obrador y su “Corcholata’s Pack”. Una con Marcelo, otra con Claudia y otra más con Adán. Por si las dudas, también con Ricardo, capaz y sea la ficha premiada.

Viajó y vivió de cerca los procesos electorales recientes en seis estados del país. Disfrutó hacer enlaces en vivo y promocionar a los candidatos y las candidatas de Morena. Autorizó su firma para que apareciera al calce de desplegados de apoyo a sus compañeros de partido y al “señor presidente”. Difundió sin recato, la revocación de mandato.

Podría ser que nadie le dijo que estaba caminando, en lo electoral, por el filo del precipicio. Nadie se atrevió a alertarla de las consecuencias de sus actos. Y si hubo alguien que se atrevió no lo escuchó. La clásica sordera que pega con el poder. El resultado fue que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación determinó que se había violado la ley y que varios funcionarios morenistas debían ser sancionados.

Y aunque la sanción correspondiente podría estar a cargo del Congreso del Estado que está a su servicio, no debe olvidarse que las traiciones nunca llegan por parte de los enemigos pues ya se les conoce, sino que vienen, precisamente, de los amigos.

Además, son tiempos de definiciones los que los intereses políticos personales de algunos legisladores que no se caracterizan precisamente por sus lealtades, podrán rebasar los compromisos con una jefa del Poder Ejecutivo que sigue sin sacar ese gran potencial que, estamos seguros tiene, y que le permita asumir el liderazgo que exige una entidad pujante y democrática como Baja California.

Marina del Pilar Ávila es una mujer con grandes cualidades y capacidades. Lo de la comunicación se le da de manera natural y le permite hacer “clic” con sus seguidores. Pero en política ni es esencial ni es suficiente. Hay que agregarle malicia, astucia e inteligencia.

Hay fallas graves dentro de su gobierno que no se están atendiendo. La fractura evidente en las áreas de seguridad y justicia están derivando en ganancias de territorio para los cárteles. Los esfuerzos en materia de salud son insuficientes, aislados y centralizados. Las denuncias sobre corrupción, muchas de ellas filtradas desde el interior de su gobierno, comienzan a rebasar el silencio que se logra a base de contratos y “chayotazos”.

En el Congreso del Estado, algunos legisladores que dicen apoyar la 4T en realidad están viendo hacia su futuro político personal, piensan más en posiciones futuras que en legislar a favor de los bajacalifornianos y no dudarían un momento en negociar todo, incluyendo el tamaño de la sanción a la gobernadora. El exgobernador Jaime Bonilla sigue activo y activando a sus seguidores.

El fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordena inscribir a la gobernadora Ávila Olmeda, así como a 17 mandatarios más, en el catálogo de personas servidoras públicas sancionadas por violar el marco normativo electoral, durante el proceso de revocación de mandato.

La decisión legal ya está tomada. Su futuro político no solo dependerá de si le atine o no a la “corcholata” presidencial y de que ésta gane la presidencia en el 2024. Ahora, todas sus aspiraciones estarán prendidas de alfileres.

Tal vez sea tiempo de caminar la ruta política con cuidado, muchísimo cuidado, abandonar un tiempo las campañas electorales o, al menos, ajustarse a los tiempos y el respeto a la legalidad.

El tiempo ahora es de ponerse a gobernar Baja California, que para eso se le eligió. Hay que salir en busca de inversiones, hay que luchar por más presupuesto para seguridad, hay que traer obras y empleo al Estado. Hay tantas muchas cosas más importantes por hacer, que publicar fotos y videos con las “corcholatas” o irse a hacer tik toks en Coahuila y Estado de México. Atender al Estado, por ejemplo.

*El autor es periodista con 45 años de experiencia, licenciado en periodismo, asesor en comunicación y marketing político, consultor de medios

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