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Conversaciones de dinero para infantes

La administración del dinero es una de las “elecciones” de todos los días.

La administración del dinero es una de las “elecciones” de todos los días. Y si bien es cierto la frase “el dinero no compra la felicidad”, donde destinemos utilizar el dinero forma parte de las elecciones que traerán consecuencias, y resulta ser un tema magnífico para nuestros hijos.

Hace unos años mientras impartía un taller a niños de sexto año de primaria, como parte de una dinámica les pregunté su opinión sobre el dinero. Sus respuestas han sido una fuente de inspiración para hablar sobre las finanzas familiares. “El dinero hace a la gente mala”. “ Odio el dinero, mis padres siempre están peleando por su culpa”.

Sin lugar a duda me llevó a reflexionar sobre los mensajes equivocados e involuntarios que manifestamos en nuestros hogares sobre el tema, lo invito a reflexionar. ¿Cuál es su lenguaje no verbal cuando está hablando del dinero? ¿Qué palabras utiliza? ¿Cuánta emoción deja su mensaje? ¿Cuáles son las emociones que manifestamos en nuestros hogares respecto al dinero?

Hay dos preguntas básicas que te sugiero plantees y si tienes familia con quien partícipes económicamente te invito a que realicen este ejercicio en lo individual y luego compartan entre ustedes de manera pacífica y respetando la idea que cada quién tenga sobre este tema. Definan, ¿cuál es su riqueza? Las verdaderas cosas que necesitas para sentirte con “bienestar” es el estado mental que logras al alcanzar ciertas satisfacciones que te generan una satisfacción plena, puede ser bajar unos kilos, hacer deporte, gozar de tiempo libre, aumentar tus vacaciones al año, pagar tus deudas, tener más ingresos. Dejo la parte de los ingresos como idea final porque no necesariamente el aumento de este es justo el que nos permite tener ese estado de “bienestar pleno”.

La siguiente pregunta que te sugiero plantear es ¿tienes definidas metas específicas? ¿Y esas metas tienen un para qué? Resulta más sencillo llegar a la meta cuando el camino está trazado y sabes día a día cuál es la ruta que debes seguir. Imagina que está frente a ti una carretera amplia, pero sin ningún carril a seguir. ¿Cuánto tiempo te toma averiguar cuál es tu ruta? Algo así sucede cuando no tenemos metas. Tal vez tengas sueños que solo se quedan en eso. Si a los sueños le agregamos un mapa con rutas a seguir hasta llegar a la meta, obviamente sin olvidar sus respectivos baches, topes, lluvia, tormentas, o quizá temblores que te sacudan y te hagan dudar si esa meta viene desde tu corazón, te aseguro que será más fácil que todo tenga más sentido y si la ruta la acompañas con un “para qué” tan poderoso que te haga levantarte de la cama todos los días con una meta abierta para seguirte moviendo hacia adelante, entonces estarás mas cerca cada día de alcanzar tu verdadero bienestar.

Ahora imagina que todo esto lo compartes con tus hijos en casa. ¿Qué pasaría si creamos conversaciones sobre la economía familiar permitiendo participación a maneja de sugerencias y opiniones? Esto desarrollaría el pensamiento gestor en nuestros hijos.

Este mes de abril, te invito a crear conversaciones donde el dinero es solo una posibilidad más para elegir dónde utilizarlo.

Quedo como siempre a sus órdenes y pendiente de sus comentarios.

*- La autora es coach financiera.

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