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Contagio televisivo

El juego del calamar, muchos pobres enajenados capaces de arriesgar su vida por la posibilidad de hacerse rico y un puñado de cerdos capitalistas gozando de la miseria de la condición humana.

El juego del calamar, muchos pobres enajenados capaces de arriesgar su vida por la posibilidad de hacerse rico y un puñado de cerdos capitalistas gozando de la miseria de la condición humana. El guion usa como común denominador, a lo largo de la serie, una regla de algún juego popular coreano puesto en escena en un anfiteatro de humanos contra humanos, detrás hay mucha pobreza intelectual, aunque con una aceptable producción. Por lo menos invirtieron en unas escaleras de Escher materializadas, eso sí estuvo interesante.

La idea es poner a un grupo de pobres diablos que los convierten en reales diablos, una demostración de que en el fondo cada quien vela por sus intereses. Un grupo unido, como un ejército en la guerra, saca a flote el valor social, un grupo enfrentado entre sí saca a flote lo peor del instinto de supervivencia. Tiene un espíritu muy coreano, y lo coreano está de moda.

La competitividad en Corea del Sur se la inspira desde niños, quizá tenga más auto sátira de la que podamos identificar. No hay lugar a la rebelión, no hay lugar a la reflexión, todos obedecen. Habrá quien quiera ver una metáfora del capitalismo, incluso escuché que es el comunismo. Yo veo una metáfora Darwiniana donde vence el más fuerte e inteligente, lo siniestro es que hay un otro que ve los toros desde la barrera. Un gran otro que les pone una esfera con millones de dólares que los deslumbra. Es como jugar a la lotería pagando con tu vida el boleto, como una ruleta rusa, con ametralladora.

A mí me recordó a los narcos que viven, matan y mueren por la ambición de hacerse ricos. Tuve una minicrisis existencial al preguntarme por qué estaba viendo la serie, entendí que más allá del pretexto de esta columna está el efecto contagio. Un efecto que está determinando mucho de nuestra cultura, lo popular se va reproduciendo exponencialmente, ¿por qué esta serie ha llegado tan lejos y tan pronto? siendo en realidad bastante mediocre, pues mediante cientos de sangrientos asesinatos y una mercadotecnia extraordinaria, da miedo.

Eso de que va a dañar a los niños no lo creo. El problema son los adultos, cuantos retos y series no han provocado el temor que causarían muchas tragedias infantiles, como con los videojuegos, eso no ha pasado. Cientos de millones de personas lo han visto en tan solo unas semanas, vaya forma de perder el tiempo. Yo me alejé de las series cuando calculé cuantas horas de mi vida le dedicaba a una serie, ahora invertí horas de aburrimiento para intentar aclararme el complejo misterio de su gigante popularidad. Sigue siendo un misterio.

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