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Cómo ser una buena oposición

Lo dice el Diccionario Universal de Términos Legislativos de la Cámara de Diputados en México.

Lo dice el Diccionario Universal de Términos Legislativos de la Cámara de Diputados en México. Oposición es “la unión de personas o grupos que persiguen fines contrapuestos a aquellos que detentan el poder político o económico”. Pero la reflexión no para ahí, dice que “se considera un elemento básico y esencial de los regímenes democráticos. Su importancia radica en que son el factor de control y limitación de los gobiernos en turno y la alternativa a la formación de nuevos gobiernos”.

Eso dice el texto formal, pero con los gobernantes que tenemos, eso y nada es lo mismo. Y no me refiero a Morena nada más, también el PRI mayoriteaba descaradamente en sus tiempos de gloria; y el PAN, superando a su maestro, lo hizo cuando juraban persignados que por venir de la oposición sabrían construir en el debate, la crítica y la negociación. Sí negociaron, pero comisiones del 30% por permisos, contratos y licitaciones para ellos y sus familiares. Si la oposición está peor que el gobierno en turno, entonces ¿cómo se puede ser un buen opositor en política?. Tengo cinco sugerencias, todas ellas con el ánimo de hacerle honor a la definición correcta del término, especialmente en la parte que dice “ser un elemento básico y esencial” para la democracia. Estas son:

1.- Dejar de enfocarse en AMLO. Si bien, concentrar todo lo malo en una persona o institución es una estrategia básica del marketing político, en el caso de AMLO no surte el mismo efecto por los altísimos niveles de aceptación que tiene. Sin embargo, en los errores por la mala ejecución de las políticas públicas es donde radica el talón de Aquiles.

2.- Enfocarse en los procesos locales, especialmente en los de diputados. ¿Por qué? Porque la vía para contrarrestar los disparates del Ejecutivo es el contrapeso del Legislativo. Atraer los temas nacionales para aplicarlos a nivel local es un error, la gente no le da importancia a los grandes temas, le interesa los acuerdos y propuestas locales.

3.- Además de los que apoyan incondicionalmente a López y los que lo odian con odio jarocho, hay un 30%, según las encuestas serias, de indecisos. A estos nadie los atiende. Movimiento Ciudadano como que quiere hacerlo pero le gana la indefinición y tibieza. Ojalá rectifiquen, la gran responsabilidad de la balanza la tienen ellos.

4.- Si bien existe un rezago social que urge ser atendido en México, también es cierto que el clientelismo electoral es una de las tentaciones más grandes de todo partido en el poder. Morena ha tenido éxito en implementar programas sociales y mucha gente, especialmente los más necesitados, tienen miedo de que estos se acaben si llega la oposición a ganar. Modificar esta creencia popular sería uno de los grandes logros para la banca “conservadora”.

5.- Ignorar las provocaciones de los personajes visibles de la 4T. La soberbia es mala consejera, pregúntenle a Fox u otros payasos de la política. Todos terminaron en el escarnio público sin trascender más allá de sus coloridas frases. Tremendo reto para una oposición con una piel tan débil y delicada como la oposición mexicana.

Ahí les dejo mis dos centavos para que la oposición la tenga en cuenta, luego no digan que uno no aporta nada para tener una mejor y un poco más justa democracia.

* El autor es Director de Testa Marketing, investigación de mercados.

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