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Casa del árbol y el tren Maya

Comúnmente en este espacio abordo temas que tienen que ver con temas económicos y políticas públicas que de alguna manera afectan en uno u otro sentido, es decir positiva o negativamente al país.

Comúnmente en este espacio abordo temas que tienen que ver con temas económicos y políticas públicas que de alguna manera afectan en uno u otro sentido, es decir positiva o negativamente al país. El día de hoy habré de referirme a algunas experiencias de la vida personal, para poder analizar en ese contexto y buscarle explicación a algunas acciones de gobierno que en momentos de crisis se están tomando y para muchos de nosotros los ciudadanos de este país, no le podemos encontrar aun sentido.

No es mi fortaleza ni gran virtud la capacidad narrativa ni literaria, de ahí a que en esta columna solo pretendo ofrecer una experiencia que me ayude a encontrar los motivos de los proyectos fundamentales de esta administración federal.

En estos días de encierro obligado por la presente crisis sanitaria, para que la desesperación no me alcanzara, busqué realizar actividades que desde hace tiempo quería hacer. Es así que decidí, darle forma a un proyecto desde hacía muchos años pensado. Construir “La casa del Árbol”. Un proyecto para poder recibir a mis cinco nietos que cada ano nos visitan el verano y pretendiendo realizar una ilusión y compartir con ellos algo que en mi infancia yo hice, ya que en la ciudad donde nací y viví hasta mi adolescencia, no teníamos patio, teníamos corral, y no teníamos jardín, teníamos matas y como el espacio lo permitía teníamos una gran cantidad de frutales, donde eran los puntos de reunión con los amigos de ese tiempo. No necesariamente evocando a Alberto Cortés, con Mi árbol y yo.

Creo que algo similar está viviendo el presidente con su proyecto Icono de “El tren Maya”.

El Presidente de la República es una persona nacida en la década de los cincuenta, época en que el país estaba transitando de la economía Rural a la Urbana, tiene su infancia en una región económica de mucho atraso, y donde era marcada la diferencia con el desarrollo agropecuario del norte de México, impulsado por las grandes inversiones en los grandes Distritos de riego. En esa época las regiones económicas del país se definían respondiendo a las características físicas y disponibilidad de recursos naturales.

Se dividía al país por cuencas hidrológicas y ese era el criterio para la asignación de los programas de inversión pública que en ese tiempo era el motor fundamental de la economía. Por supuesto que, en esa época, México era un país exportador de productos agropecuarios y la actividad industrial era incipiente.

Cuando termina la etapa del desarrollo estabilizador y ya a mediados de los sesenta y principios de los setenta, se da gran impulso a las regiones económicas del sureste formándose las Comisiones Ejecutivas determinada por criterios de asignación de recursos hídricos. Así se crea entre otras la Comisión del Río Balsas, La Comisión del Río Grijalva, Comisión del Río Fuerte, y La comisión de la Región Chontalpa, de donde el presidente es originario.

* El autor es economista.

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