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Buenas señales

A lo largo de este su primer mes como presidente municipal de Tecate, Darío Benitez está dando muestras de tratar de modificar la dinámica y la adopción de actitudes positivas como alcalde.

A lo largo de este su primer mes como presidente municipal de Tecate, Darío Benitez está dando muestras de tratar de modificar la dinámica y la adopción de actitudes positivas como alcalde. Nuestra ciudad, como todas las del país, requiere que se modifiquen las conductas de quienes nos gobiernan, sobre todo, cuando hablamos de la administración de los recursos financieros, de la instrumentación de programas de gobierno, del control, seguimiento y abatimiento de la delincuencia y de la conservación óptima de la calidad de vida urbana. La historia reciente de las autoridades municipales las ubica como personas alejadas de los problemas de las ciudades, que se retiran de la vida social y comunitaria, para recluirse dentro de un círculo muy estrecho de supuestos servidores públicos, que detentan y utilizan el poder en su beneficio. En palabras claras, no los volvemos a ver ni tenemos la oportunidad de hablar con ellos. De repente se convierten en vacas sagradas, gordas orgullosas e inalcanzables.

A los tres últimos expresidentes les envié documentos formales para que fueran leídos en las sesiones de cabildo, y no fueron tomados en cuenta. Al no darle importancia a las opiniones de los ciudadanos informados e interesados en los asuntos de la municipalidad, están cortando la posibilidad de abrir espacios de intercomunicación con la sociedad civil. La discusión de los asuntos comunes, por quienes diariamente los enfrentamos, da más posibilidades de encontrar soluciones prácticas. En este sentido Darío si está atendiendo por medio de las redes sociales, las inquietudes de los tecatenses. Al hacerlo, permite que se puedan integrar más ciudadanos y que se puedan discutir otros asuntos. Esto es positivo y alienta el deseo de contribuir en el crecimiento cualitativo de Tecate.

En el área económica del ayuntamiento, ejerciendo el poder que le hemos otorgado, eliminó gastos innecesarios de gasolina, así como el uso exagerado de automóviles. Este gasto suprimido, en el transcurso de un año reflejará una buena cantidad de dinero que deberá usarse en otros rubros. Tuvo las agallas para marcarle un alto a un poderoso empresario que, aprovechando la corrupción de Zulema Adams, estaban expendiendo licores en un hotel, sin permiso legal para hacerlo. Dos años les duró el gusto hasta que, Darío les clausuró las actividades y, al parecer, ya pagaron.

Son pasos muy pequeños aún y su administración está en pañales, pero si somos claros, ya se está mostrando una posible línea diferente de la dinámica que seguirán. Por ejemplo, es común en todas las ciudades que existan grandes deudores en diferentes áreas, como por ejemplo respecto al impuesto predial. El definir quienes son y comenzar a exigirles los pagos y aplicarles los procedimientos legales, deberá redundar en una mejor recaudación. Somos unos cuantos ciudadanos los que estamos sosteniendo las actividades diarias de la ciudad, al pagar nuestro predial cada año, por lo que es justo que se les jale la cuerda a quienes no cumplen con sus obligaciones. En ese mismo sentido, esperamos que se comience un programa de pavimentación vigoroso de las calles, para que no solo cambie la fisonomía de Tecate, sino para que también se eliminen riesgos de enfermedades transmitidas por el medio ambiente. Estamos confiados y esperamos mucho de este ayuntamiento. ¡Ojalá no nos deje chiflando en la loma! Vale.

* El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

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