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Basta de quejarse ¡sí a la tecnología!

¿Cuántas veces escuché esta semana “no entiendo nada”, “soy cero tecnológico”, “soy un tonto”? porque así se tratan, si tuvieran un látigo, se daban ¡en serio!

¿Cuántas veces escuché esta semana “no entiendo nada”, “soy cero tecnológico”, “soy un tonto”? porque así se tratan, si tuvieran un látigo, se daban ¡en serio!, el tema de incorporar la tecnología a su vida diaria y a sus negocios no debe de ser una patada al autoestima, lo he explicado mil veces y con esta, una más: no se trata de capacidad intelectual, es un tema generacional.

Nosotros, los generación X (arriba de 40 años) y los Baby Boomers (arriba de 60 años), nos vimos obligados a seguir a pasos agigantados a la tecnología, fue muy rápida la evolución; simplemente el celular, desde que lo inventaron ¿por cuántas marcas y modelos hemos pasado? no nos da la vida para aprender tanta cosa.

Hoy me mandaron un video de cuatro señoras tomándose una selfie con un pastel, se tardaron 38 segundos en darse cuenta que no era selfie, que era un video, el pastel tenía la velita de 75 años ¿qué nos dice esto? ¿cuántas personas arriba de 40 años conoce ud.? ¿cuántas de esas saben sacar provecho de su celular? ¿cuántas de esas personas piden Uber? ¿cuántas han comprado en línea? y la pregunta final ¿a cuántas de esas personas las considera ud. tontas? ¡a ninguna! usar o no tecnología es cuestión de generación, insisto.

La Frustración: Tener que preguntarle a un chamaco como bajar una app y que encima nos contesten “es muy fácil, dame... yo lo hago” y nos quedamos con cara de asesino serial. Mi consejo es dejar esos sentimientos de lado, entender que es algo nuevo para nosotros y sin pena preguntar “¿cómo se hace?, explícame, quiero aprender”, solo quiero que no te que cantidad de la población está exactamente igual que ud. y todos experimentan la frustración ¡ya! superemos eso y preguntemos a diestra y siniestra.

El miedo: A lo desconocido, creemos que “se va a descomponer”, queremos entender cómo funciona para estar seguros que estamos haciendo bien ¡no! no trate de entender la tecnología, solo úsela, si le pica y no funciona, píquele de nuevo, lo peor que puede pasar es que desconfigure algo, que eventualmente alguien lo arreglará, o bien, que empiece a transmitir en vivo, en todo caso si le pasa, apague el cel mientras averigua. Pero miedo ¡jamás!

La negación: “no lo necesito”, sí, sí lo necesita y entre más se tarde en aprender peor le irá. Considere a la tecnología como un regalo divino, si le ve el lado positivo su vida cambiará, mire un ejemplo, hace dos semanas me quedé torcida al querer levantarme de la cama, no había nadie que pudiera ir a una farmacia, ahí torcida pedí un “rappi” es una app que te hace favores mientras quepa lo que pides en su maletita; compré inyecciones y medicina, en 25 minutos yo tenía todo en mi casa ¿qué hubiera pasado si no existiera rappi? ahí me muero torcida. Entonces, hay soluciones para absolutamente todo y todo se consigue con ese celular donde ud. está leyendo esto.

El problema: si todavía con lo que ha leído no toma consciencia, hablando específicamente del tema laborar le aviso que va a perder dinero. No es opcional incorporar o no la tecnología, es urgente y necesario, estamos viviendo en una era de comunicación en tiempo real, ud. necesita automatizar procesos manuales (dejar el cuaderno y lápiz), asegurar su presencia digital (internet) y generar una base de datos del comportamiento de sus clientes. Repito, no es opcional. Así que si Ud. se resiste va a ser peor, la buena noticia es que soy quinto dan para explicar con peras y manzanas próximamente le tendré noticias ¡sígame en mis redes sociales, aunque sea solo facebook!

* La autora es estratega de marketing, directora de Adirektiva, miembro de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias.

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