BC: El abra cadabra de la corrupción
La pavorosa deshonestidad dominante en México, a más de añeja, posee el don de constituir un modelo copado, férreamente compartido entre la clase política y consorcios privados haciéndola impune, atrevida e incontenible.
La pavorosa deshonestidad dominante en México, a más de añeja, posee el don de constituir un modelo copado, férreamente compartido entre la clase política y consorcios privados haciéndola impune, atrevida e incontenible. López Obrador, un tanto excedido, enfático manifestó que la corrupción ha sido, comparativamente, mayúscula a la generada por la histórica desigualdad social lo cual advierte tamaño y grosor del depredador azote implicado, gandayas de por medio, en el colosal acopio de fortunas conformadoras, por lo mismo, de un reducido manojo de familias concentradoras de la riqueza nacional.
Fortalecida la compra-venta de influencias corruptas avenidas de la cúpula del gobierno (recuérdese la excusa del expresidente Álvaro Obregón aceptando no haber "resistido un cañonazo de 50 mil pesos”) quedó tatuado el proceder de los maleantes de cuello blanco que apalancados desde el poder presidencialista han venido ensayando, por citar una pista, durante los últimos cien años (1920-2019). Proceso que por donde se vea terminó triturando, ensuciando a plenitud cualquier valor ético y moral de los dueños del país dejando, como secuela, una especie de modo de ser y vivir de parte del ciudadano común doblegado a valerse del moche, mordida, recomendación o el tranzar para avanzar hasta rayar en un atroz cinismo que defiende y hasta justifica el fenómeno.
Evidentemente, tal viene sucediendo en Baja California el circo, maroma y teatro pregonado por burócratas del Primor, se reduce a señalar con dedo flamígero a Kiko Vega, y pares de igual linaje, por haberse embolsado (le llaman “desviado”) más de 2 mil millones de pesos (pero que) curándose en salud relegan la parte lastimosa y ruin que, junto con el hurto de la plata, colateralmente ha trasferido injusticias, miedo, abusos de poder, servilismo o estructuras de control tipo del charrismo sindical que enyuntados a lo peor mantienen a salvo, a todo dar, el círculo vicioso de la indecencia pública y privada que los bajacalifornianos, con décadas de por medio, aguantamos sin distinguir el qué manos y uñas sucias proceden de un tronco común: Gobernantes empresarios o empresarios gobernantes.
Toda una empeñosa estafa “revelada” por el bonillismo tratando de persuadir, por un lado, que se vive un mandato apartado de lo harto conocido, y por el otro, queriendo seducir al pueblo sobre las “virtudes” del Primor o ansiando despertar la confianza que debiera merecernos la capirotada electorera adjunta a la 4T (Verde, PT, PES, PAN)
De allí la mente extraviada de los que siendo causa y efecto de la corrupción, en esta santa cruzada de lengua anti-Kiko se alza, cual caballeros templarios, un combate a la gavilla ladrona implacablemente perseguida por los hombres de negocios del primor hecho gobierno, patrones poderosos y dirigentes empresariales justicieros (COPARMEX, CCE, Canacintra, Industriales de Otay, CANACO) quienes frenéticos y lanza en ristre aplauden a Bonilla como antes ovacionaron a Bob de la Madrid, Xico Leyva, Ruffo, Elurduy y Kiko con los que compartieron dulce luna de miel y negocios sin hacer fuchi ni guacala…
* El autor es diplomado en Periodismo por la UABC.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí