Así quedaron en Tecate
Por el derecho a la libertad de expresión
Para que nadie se quede sin la información real y expuesta por el Instituto Estatal Electoral de Baja California sobre nuestra ciudad, aquí les exhibo con un análisis muy elemental, los datos de las elecciones de 2 de junio del 2019. En primer lugar, resalta la contundente la decisión del electorado por manifestarle a los viejos partidos, PAN y PRI, que el escenario electoral no requiere de ellos como alternativa de gobierno. Ambos tuvieron su oportunidad durante varios sexenios, por cierto, muchos más el PRI, de demostrar su interés y compromiso con nuestro estado y ciudad, pero prefirieron apostarle a la corrupción, a la acumulación del poder en unas cuantas familias y el “dejar hacer, dejar pasar” de los gobernantes. En las cuestiones financieras y del gasto gubernamental, tampoco fueron eficientes. La preferencia por ciertos proveedores de servicios y el gasto indiscriminado y poco fiscalizado fue una constante. El perdón institucional y tácito de los alcaldes y gobernadores, delincuentes gubernamentales, al no iniciar investigaciones formales y llegar hasta las últimas consecuencias, les permitió a quienes nos mal gobernaron, ser impunes. El caso de Nereida Fuentes es altamente elocuente y escandaloso, pues prefirió amparar a Javier Ignacio Urbalejo Cinco y a César Moreno a investigarlos y procesarlos. A esto se le llama corrupción y forma parte de las razones de la baja votación para su partido.
El total de votos (datos tomados de es.wikipedia.com) del Movimiento de Regeneración Nacional para la presidencia municipal fueron de 10,016; por su parte el PAN tuvo 6,927 mientras que el PRI llegó a los 5,379. La diferencia entre uno y otro con respecto al ganador es de casi dos votos contra uno. Podemos decir que solo el voto duro les correspondió a los perdedores en estas elecciones. Toda su capacidad financiera; su experiencia en las elecciones; sus cuadros políticos en la ciudad y en la zona rural; y, el manejo de los recursos financieros gubernamentales por medio de apoyos específicos, becas y otros, no les ayudaron en nada. Aunque la votación no fue abundante (solo votó el 32.42% del padrón) la derrota hubiera sido abrumadora de haber estado más concurridas las urnas electorales. Estos resultados también son un reto para quienes ganaron. Les pone sobre aviso para que no incurran en los mismos errores y trabajen de manera honesta y en beneficio de la población.
Habrá que esperar al ejercicio de la nueva administración, que tiende a estar compuesta de priistas ex servidores públicos con amplia experiencia en asuntos de corrupción, para conocer a los nuevos funcionarios y nos demos una idea del nivel de ilegalidad que tendremos. A los ciudadanos, solo nos queda seguir siendo escépticos porque sabemos que los cambios son difíciles y los grupos de poder, incrustados en el gobierno municipal, son fuertes y tienen cómo negociar sus espacios. Nosotros, los externos, estaremos vigilando sus actuaciones y denunciando sus triquiñuelas, pero también, reconociendo sus logros. Vale.
* El autor es Lic. En Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.
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