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Agustín de Iturbide a 200 años

“Historia es, desde luego exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que sucedió” Enrique Jardiel Poncela

Hace un par de días se celebraron los 200 años de la consumación de la independencia de México, hecho que irremediablemente está relacionado con Don Agustín de Iturbide, el cual, después de varios “traspiés históricos”, vuelve a ser considerado un héroe nacional. Es costumbre en México, que nuestra historia se reescriba en cada periodo sexenal y, por tanto, lo que fue heroico y digno de recordarse en determinada época, con los años ya no lo sea, como el caso de los Niños Héroes, que durante el tiempo en que Ernesto Zedillo fungió como secretario de Educación, se le olvido incluirlos en los libros de texto de aquellos años, o el caso de Juan José de los Reyes Martínez Amaro, mejor conocido como “El Pípila”, aquel minero que apoyó a las tropas insurgentes y que con una losa en la espalda prendió fuego a la puerta principal de aquel granero conocido como la Alhóndiga de Granaditas, lo que permitió apoderarse de las reservas de alimentos de la Ciudad. Hoy en día, “El Pípila” ya no es héroe, sin embargo, no entiendo las largas filas que siempre hay para acudir a la Alhóndiga en Guanajuato. Antonio López de Santa Ana es otro ejemplo, pues ha sido catalogado por los libros de texto, sobre todo los oficiales, como un traidor a la patria, sin embargo, no se explica uno porque fue presidente de México en 11 ocasiones. Los que tenemos más de 50 años de edad nos tocó estudiar a Don Agustín de Iturbide como un héroe de la independencia de México, incluso cantamos un par de estrofas del himno nacional que se referían a su persona. La casa de mi abuela colindaba con aquella donde nació Iturbide en la vieja Valladolid. Todavía recuerdo la placa en la que se hacía referencia al “Primer Emperador de América”. Durante el sexenio del presidente Echeverría, Iturbide se convirtió en un villano, se cortaron las estrofas alusivas en el himno nacional y se retiró la placa de la vieja casona, dejando en el olvido al prócer de la independencia. Al llegar Zedillo a la presidencia, se le levantó el castigo a Iturbide y quedó en un personaje mas de la historia, pero ahora, al celebrar los 200 años de la independencia, se reconoce el papel protagónico de este personaje que, si bien era ambicioso, oportunista y hasta megalómano, ayudó a consumar lo que Hidalgo y Morelos iniciaron en 1821. Ahora se reconoce plenamente que, desde febrero de 1821, Iturbide, a través del Plan de Ayala, declaraba la independencia de la Nueva España e invitaba a los insurgentes a sumarse a este plan, logrando en agosto de ese año que se firmaran los Tratados de Córdoba por medio de los cuales Juan O’Donojú, el último jefe político de la Nueva España, reconoce el Plan de Iguala y acuerda con Iturbide la retirada de las tropas virreinales. La fecha histórica se retrasa hasta el 27 de septiembre, con objeto de que Iturbide pudiera celebrar su cumpleaños número 38 con una magna fiesta de independencia. Nuestra historia patria no tiene que estar sujeta a vaivenes políticos, pues lo importante es despertar en nuestros niños el amor por la patria y por una cultura de identidad nacional.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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