Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Tijuana

Agua de lluvia y sociedad

Hoy no quiero opinar sobre esa agua bajacaliforniana, donde el Congreso del estado a propuesta del Ejecutivo estatal, elevó el costo del agua a los sectores industrial y comercial.

Hoy no quiero opinar sobre esa agua bajacaliforniana, donde el Congreso del estado a propuesta del Ejecutivo estatal, elevó el costo del agua a los sectores industrial y comercial; omitiendo ajustar las tarifas de los grandes consumidores, entre ellos una cervecería en Tecate, propiedad de una empresa holandesa, ya que no alcanzaría este espacio; hoy quiero comentar sobre otra agua.

Tomar abundante agua trae consigo muchos beneficios, ayuda a regular la temperatura del cuerpo, especialmente durante el ejercicio, también a que la sangre transporte oxígeno, y el nivel de energía aumenta cuando el cuerpo está bien hidratado. Una hidratación adecuada ayuda a mantener lubricadas las articulaciones y los músculos, también a manejar la temperatura corporal, a la buena digestión, y elimina las toxinas a través de los riñones y la orina. Exteriormente colabora para que la piel luzca espléndida.

La otra agua es la que a varias personas sorprendió cuando en esta semana que termina, las lluvias han provocado inundaciones en diferentes puntos de Tijuana, provocando caos vial, accidentes, apagones, suspensión de clases y hasta la situación del rescate de personas de la canalización, desgraciadamente también se informó del deceso de por lo menos dos personas y otras desaparecidas.

Si tomamos en cuenta la cantidad de agua que llovió y la comparamos con otras regiones, es muy poca, pero a nuestra ciudad le duele mucho la poca lluvia que nos cae cada año.

A muchos ciudadanos no les interesa cuidar donde tirar sus desperdicios diarios y la basura que no se elimina correctamente ingresa a los sistemas de drenaje y obstruye los desagües. Esto obstruye el flujo libre del agua que ingresa a la red de alcantarillado, lo que hace que el agua se acumule durante las lluvias y cause inundaciones.

En esta ocasión las pocas zonas que presentaron inundaciones considerables fueron tan devastadoras que creó un caos increíble en gran parte de la ciudad, pero no fue el agua la culpable, no, fue la ciudadanía que al no contar con el apoyo de elementos de seguridad que les indicaran una vía alterna, fueron los propios automovilistas quienes rompiendo todas las reglas de tránsito, respeto y de convivencia, transgredieron normas y demás, se abalanzaron para tratar de llegar a su lugar deseado, no les importó meterse en sentido contrario, quedar obstruyendo las vialidades, no permitían el acceso a otros vehículos a pesar de no tener ellos oportunidad, esto ocasionó nudos en las principales vialidades y cruces. Los automovilistas mostraron su lado más primitivo y egoísta.

Y ya después de la lluvia llegó la calma, y pudimos ver los daños de los daños, los baches reparados con tierra se convirtieron en pozos, los que se arreglaron con asfalto estaban descubiertos, aunado a una cantidad impresionante de basura en las calles.

Ahora el agua permitió conocer a una sociedad tijuanense que no le importa tirar basura, las malas obras de reparación de vialidades por parte del gobierno así como pésima infraestructura.

Nuevamente nos decimos sorprendidos, cuando no prevenimos.

*El autor es Coordinador del Área Pericial del Instituto INJUS.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados