Tijuana, ayer y hoy
Nació el 15 de julio de 1926, en Teloluapan, Guerrero. Fueron sus padres: Arturo Guerrero y Josefina Quiñónez. Fue primogénito, tuvo dos hermanos Manuel y Efraín. Siendo niños, falleció su padre. La madre, por necesidad, se trasladó con ellos a la Ciudad de México, donde Rubén estuvo internado para poder estudiar; muy joven, empezó a trabajar, convirtiéndose en sostén de la familia. Comenzó su carrera de agente de ventas, vendiendo seguros, como vendedor, llegaría a ser verdadero profesional. En 1959 llegó a Tijuana y fue de los primeros vendedores de Urbanizadora de Tijuana, compañía que incorporó Playas, a la vida urbana de la ciudad. Entonces, se abrió la carretera, con lo que dejó de estar aislada de Tijuana. Como vendedor exitoso, sostuvo a su mamá y a sus dos hermanos les costeó la carrera de Químico farmacéutico. Como agente de ventas en “Urbanizadora de Tijuana”, se destacó varias veces como “Vendedor Estrella” y fue jefe de grupo de vendedores que sobresalieron permanentemente. Su carácter amable y responsable, fue un elemento constante en su relación con sus clientes y compañeros, lo que le produjo grandes amigos. Su espíritu altruista y de servicio, le llevó a realizar su sueño de formar un Club de Leones en Playas de Tijuana, incorporando los mejores elementos de urbanizadora, valiosos profesionistas y empresarios locales. Llamaba a todos con afecto “Chavito”, mote que le quedó como muestra de cariño. No fue fortuito el que le designaran como presidente fundador del Club Playas de Tijuana, el 4 de enero de 1971. En esta etapa conoció a la que sería su esposa, la señorita María Teresa Ayala, quien mientras la salud se lo permitió, formó parte activa del Comité de Damas y socia del Club de Leones Montgomery. Con ella procreó dos hijas: María del Consuelo y Blanca Estela Rodríguez Ayala. Ellas a su vez, le dieron cinco nietos: Ricardo A. Rodríguez (criado con sus abuelos), Carlos, Óscar, Teresa y Ángel. Además, 5 bisnietos: Ángel Rubén, Emily Daniel, Renato, Danna Karen y Dulce Gabriela. Rubén Rodríguez Presidente Fundador, de Leones Playas de Tijuana, el entrañable Chavito, fue un León ejemplar. Siempre dispuesto a participar y colaborar en las tareas del Club. Siempre solidario. Nunca se le oyó hablar mal de nadie. En cambio narraba agradables anécdotas de su trabajo en Urbanizadora y del Club. Nunca se negó a una comisión. Apoyó todas las iniciativas buenas del Club, incluyendo la invitación a las damas a pertenecer como socias activas. Falleció el 5 de mayo, rodeado de su familia y sus últimas palabras fueron para su esposa: Bebita, le dijo, te quiero... Rubén se ha marchado físicamente, pero queda para siempre entre quienes le conocimos, su ejemplo, su bohonomía, solidaridad, trabajo y respeto a todas sus compañeras y compañeros leones y su gran espíritu de servicio a los demás. Saludo don Manuel Leyva Saludamos al poeta y Dr. en Literatura Manuel S. Leyva, gran mentor de la sociedad de Poetas y Artistas (Sipea) deseándole una pronta recuperación, pues hacen falta su palabra poetica y sus enseñanza. * El autor es catedrático de la Universidad de Tijuana, Cronista de la ciudad.
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