Quietud en movimiento
Alexandria Ocasio-Cortez logró lo imposible. Con una campaña de bajo presupuesto y enarbolando las necesidades de las clases trabajadoras del distrito federal 14 del estado de Nuevo York, la joven de 29 años ganó la elección primaria del Partido Demócrata con un 57.5% de los votos a Joseph Crowley, quien había ocupado la curul en disputa desde 2013. Ahora, la autoproclamada demócrata socialista se enfrentará al republicano Anthony Pappas el próximo 6 de noviembre en la elección general intermedia. El distrito 14 de Nueva York, cuyo territorio abarca parte de los históricos barrios del Bronx y Queens, es un microcosmos de Estados Unidos. Por un lado, congrega lo mejor del país con su diversidad cultural, étnica y lingüística. Por otro lado, padece algunos de sus peores aspectos, entre estos: marginación racial, desempleo del 9% y falta de vivienda asequible. No es sorpresa que los votantes de la clase trabajadora le hayan otorgado la victoria a una activista latina con propuestas progresistas por encima de un político del statu quo. La gente anhela un cambio en su realidad. La derrota de Crowley no es cosa menor. El político neoyorquino contaba con toda la experiencia, todo el dinero y todo el apoyo del establishment demócrata. Su nombre llegó a sonar como posible sustituto de Nancy Pelosi como líder de la bancada del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes. En cambio, una joven novata, pero con un proyecto que retoma las necesidades reales de la gente, se abrió paso entre ese mar de serpientes y tiburones que es la política partidista. La coyuntura que se abrió tras la victoria de Donald Trump ha sido acogida de manera débil y tibia por el Partido Demócrata. Ante sus disparates y atentados a la vida institucional estadounidense, han sido una oposición que no ha estado a la altura de las circunstancias. Por lo tanto, frente a esta desidia, la victoria de Ocasio-Cortez llega a llenar ese vacío y mandar un mensaje claro a las juventudes y clases trabajadoras: no todo está perdido. Como ella, hay muchos jóvenes con proyectos similares que están compitiendo por puestos políticos a lo largo del país. Han decidido ser los constructores del futuro en el que ellos quieren vivir. Aclaro, lo importante no es que llegue un joven a un alto puesto solamente por ser joven. Finalmente, han pasado infinidad de jóvenes de la peor calaña por todos los sistemas políticos del mundo y la situación sigue siendo crítica. Tras su victoria, Alexandria Ocasio-Cortez tuiteó una foto de sus zapatos agujerados usados en campaña. Escribió: “Algunos han dicho que gané por razones 'demográficas'. Primero, eso es falso. Nosotros ganamos con votantes de todo tipo. Segundo, aquí están mis primeros zapatos de campaña. Yo toqué puertas hasta que el agua de la lluvia atravesó mis suelas. Respeten el ajetreo. Nosotros ganamos porque superamos al competidor. Punto”. No hay que buscar a nuestra Alexandria Ocasio-Cortez, hay que aspirar a ser un país repleto de gente como Alexandria Ocasio-Cortez. *El autor es abogado egresado de la Universidad Panamericana.
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