Postigo
Tal si fuera algo asombroso en nuestro país, bastó que AMLO medio destapara la coladera por donde borbotean las cifras “invertidas” en el nuevo aeropuerto de CDMX para, sin más demora, los oligarcas merecedores de los jugosos contratos soltaran las voces y plumas mercenarias empleadas de tapadera de la pícara mafia, del grupúsculo de estafadores que llevados de la mano por la costra priista fingen hallarse ofendidos, horrorizados ante la sospecha de fraude, lucro y rapiña que el peñanietismo, constructoras consentidas y ferreteros realizan sobre el monumental barril sin fondo de dicha estación aérea. “El que persevera alcanza” y con dicha premeditación, alevosía y ventaja la pandilla del Prian que no logró cuajar el aeropuerto en tiempos del truhán Vicente Fox, los pilotos de la moral y la decencia, el clan Atlacomulco, revivieron el negocio sin reparar en las cicatrices que Fox-Peña Nieto (entonces presidente y gobernador, respectivamente) ocasionaron a los pobladores de Atenco (Valle de Chalco) por oponerse al despojo de sus parcelas. Porque si algo tiene de común el frustrado intento por sembrar en Atenco el aeropuerto con el vigente propósito en el Lago de Texcoco es, precisamente, la pasarela por donde transitan los mismos represores implicados con Peña Nieto cuando fue gobernador y hoy presidente, en particular, el ahora secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, que siendo entonces procurador de Justicia en Edomex encubrió la violación de mujeres, homicidios, torturas, detenciones y persecución de humildes labriegos de Atenco cuyo delito fue defender su tierra con la vida misma: hasta el momento se demanda en organismos internacionales de derechos humanos justicia y castigo contra los predadores del fallido aeropuerto foxista-peñista. Con la referencia anterior la conocida rapiña aterrizó sobre las arenas del lago antes mencionado proclamando, con bombo y platillo, la hechura de una pista aérea de primer mundo, orgullosamente mexicana, detonadora de fructíferas ganancias de las cuales toda la “raza de bronce” debería estar contenta, feliz. Sin embargo, el rumor comenzó a llegar y con este el hedor de una obra equivalente al de un festín más suculento que los célebres socavones, casas blancas, trenes ligeros, Fovissste, carreteras, Infonavit y otras dentelladas que los selectos empresarios, avalados por el Prigobierno, se resisten a ser examinados por alguien que no sea de su tribu. Y de nueva cuenta la cargada linchadora en contra del candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien de acuerdo a la opinión del presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, no tiene sentido realizar un foro para debatir la viabilidad de la nueva terminal aérea pues, apuntó el Sr. Castañón, “AMLO no escucha y si no escucha nada tenemos que agregar”. Y para espantar cualquier recelo, el portavoz de los empresarios perdonavidas ejemplificó citando el contundente respaldo que Carlos Slim otorgó a una torcida, derrochadora, chapucera y dudosa obra. Alegato que nos recuerda a Carlos Salinas de Gortari, sus transas con Teléfonos de México y el cómo se hizo de buenas mulas Pedro… * El autor es diplomado en Periodismo por la UABC.
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