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¿Recuerdas la primera palabra que buscaste en aquel tu primer Diccionario? Para muchos fueron las palabras “prohibidas” como culo, puta, pendejo, etc… La decepción venía cuando el autor no alimentaba tu curiosidad y se limitaba a la descripción objetiva del concepto. Las palabras no son malas ni buenas, son palabras, y creo que el abuso de la mismas es quien tiene en jaque al deporte más popular en México. El tema ya estaba debatiéndose en altos niveles, ya se habían hecho todas las advertencias y finalmente la FIFA cumplió al multar a México con 200,000 pesos porque la afición gritó “eh puto” a la hora del despeje contrario. Lo hizo el pasado 20 de junio en pleno mundial de Rusia y habrá que pagar a menos que las instancias de “honor y justicia” del máximo organismo futbolístico digan lo contrario. El tema sigue despertando opiniones, análisis y memes, muchos memes, pero al margen de la sátira creo que el tema da para debatirse en una mesa de discusión seria pues este tipo de sanciones trastocan conceptos como libertad de expresión, tolerancia, violencia verbal, comportamientos culturales o inclusive la intervención de élites con capacidad para presionar a organismos como la FIFA con el objetivo de impulsar determinadas agendas ideológicas. Vamos, las versiones son diversas y siempre es bueno conocerlas para que cada quien forme su propia opinión. Sobre este mismo tema, la destacada agencia Parametría hizo una encuesta nacional para conocer las opiniones sobre este polémico grito. La minería de datos es riquísima y aquí te comparto algunos: * 68% de los mexicanos sabe que en los partidos de fútbol en México los aficionados gritan “puto” cuando despeja el portero del equipo contrario. * A diferencia de los qu estas instituciones señalan, sólo el 10% dice que el grito se da con una connotación homofóbica. * 22% dice que es para distraer al portero. * 25% lo hace por diversión. * 33% lo grita para molestar al arquero. * 10% no sabe o no quiso contestar. El hecho de la multa encendió aún más el debate no sólo por el uso indebido del lenguaje, sino que pone en tela de juicio paradigmas culturales y hasta posibles delitos, sí, delitos ante la Comisión Nacional contra la Discriminación (CONAPRED) en donde activistas sociales y otras voces (se dice que algunas son patrocinadas) han referido que es un término peyorativo y discriminatorio. ¿Será? Personalmente creo que no y en este caso estoy con el 90% de los mexicanos que rechaza la intención denostativa, pero a la vez sí creo en el abuso desmedido de nuestro lenguaje y debemos hacer algo al respecto. Si la propuesta es debatir para concluir que la intención de millones de mexicanos durante siglos ha sido siempre homofóbica, entonces habrá que debatir el concepto mismo de homofobia pues dudo que exista en los mexicanos un “trastorno de salud emocional o psicológico que se caracterice por un miedo intenso y desproporcionado” hacia un homosexual, tal y como dice la definición de fobia. * El autor es Director General de Testa Marketing, investigación de mercados.

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