Necropsia urbana
En los ojos están todas las verdades que la boca no quiere o no puede decir… Recientemente en Tijuana se dio otra situación que lamentablemente nos puso de nuevo bajo la observancia nacional e internacional: en el fraccionamiento Santa Fe, en nuestra ciudad, se suscitó un enfrentamiento entre aparentes secuestradores y primeramente la Policía Estatal Preventiva, posteriormente recibieron el apoyo de las demás corporaciones de Seguridad Pública; como resultado de este hecho una persona privada de su libertad liberada, cuatro presuntos secuestradores muertos y una incertidumbre del actuar policiaco. En rueda de prensa ante medios de comunicación, el director de la Policía Estatal Preventiva (PEP), Eduardo Francisco Rodríguez Martínez, se contradice en su narrativa sobre los lamentables hechos del enfrentamiento armado. El director de la PEP, Eduardo Francisco Rodríguez, en su afán de explicar la intervención de sus elementos no consideró la suspicacias de los medios de comunicación que estaban presentes y que al final lo encerraron en sus contradicciones y lo único que demostró es que no contaba con toda la información al detalle que se requería y se contradijo en aspectos muy importantes en una investigación. Primeramente ofreció una versión carente de lógica y cronología, al ser cuestionado cambió la narrativa, generando incertidumbre respecto a su veracidad. En estos hechos existe otra realidad: la cantidad de casquillos localizados en el exterior del domicilio, como resultado de los disparos de arma de fuego supuestamente detonados por los elementos policiales y quedando como evidencia los impactos en la fachada de la casa donde ocurrieron los hechos, extraoficialmente se habla de 500 casquillos de diversos calibres aproximadamente. La corporación policial debe reconocer que algunos elementos de su corporación son muy malos disparadores; los impactos en la fachada de la casa donde fueron los hechos en un espacio de aproximadamente siete por cuatro metros impactaron sus disparos, es decir, los disparadores presentan un cono de dispersión muy amplio, cuando debe ser todo lo contrario: todo disparador debe agrupar sus disparos y así ser más efectivo. Cómo saber a qué impactarían los proyectiles policiales. Debieron considerar que la trayectoria es aquella línea imaginaria descrita por el centro de gravedad del proyectil durante su recorrido en el aire, que el origen de la trayectoria se encuentra en el centro de la boca del arma, en el momento en que se efectúa el disparo; importante es el ángulo de elevación, que está formado por la línea de tiro y la de la situación; por su distancia y ángulo era lógico pensar que todos sus disparos que entraran por las ventanas impactarían en el techo del segundo piso de la vivienda, creo que todos los tiradores con un nivel básico pueden afirmar esto tan solo utilizando la lógica u observando los puntos de impacto de sus disparos, pero a pesar de ello sus impactos fueron dispersos y fuera del área de las ventanas, esto por supuesto exhibe como malos tiradores a los elementos policiales. * El autor es presidente de la Comisión de Difusión del Instituto de Investigación Jurídica de la Universidad de la Californias Internacional.
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