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El arte de la guerra

“El imperio es el comercio” Joseph Chamberlain La IP de Mexico, EU y Canadá respiraron con alivio después de que Canadá entró en el último minuto al nuevo TLC, ahora llamado USMCA. Aplaudible es que el mismo incluye nuevas industrias como el comercio electrónico y la propiedad intelectual. Igualmente, Canadá logró que el panel de controversias para “prácticas desleales de comercio” se quedara en tribunales extranjeros, aunque existen reservas por que los cambios en las reglas serán resueltos en tribunales locales. Genera de igual manera incertidumbre que el nuevo tratado expire en 16 años y sea revisable cada cinco, aunque por otro lado para poder terminarlo se requiere que dos países señalen desacuerdo con su contraparte, estableciendo un periodo de cuatro años para dirimir inconformidades. Las afectaciones al sector automotriz pudieran también ser fuertes, al elevar el requisito de contenido nacional del 62.5% al 75%, con 40% del mismo manufacturado en zonas donde los trabajadores ganen cuando menos $16 dólares la hora. El nuevo USMCA elimina también la posibilidad para los tres países de celebrar acuerdos comerciales con países que no tengan economías de mercado, como es el caso de China, lo que limita el rango de posibilidades para Mexico de diversificar su plataforma comercial. Sin embargo, es importante resaltar que el USMCA incorpora controles neoliberales que van más allá del libre comercio y de los gobiernos en turno en el manejo de finanzas públicas, tipo de cambio y mercados laborales, todo esto con especial dedicatoria para Mexico. En el capítulo 33 del nuevo tratado, las partes acuerdan mantener un tipo de cambio libre, evitando intervenciones manipuladoras del mercado de cambios. Los tres países también se comprometen a mantener finanzas públicas sanas que apoyen el valor de sus monedas, evitando devaluaciones ficticias de las mismas. Las partes se comprometen también a crear un comité macroeconómico, con reuniones anuales, que garantice el cumplimiento de políticas macroeconómicas. Este comité es similar a lo que tiene la Comunidad Económica Europea donde se definen políticas macroeconómicas aceptables, acordes a la coyuntura específica, acordadas por consenso y mayoría, con total transparencia. Consecuentemente, el USMCA logrará el tan anhelado Comité Fiscal en Mexico para que supervise las cuentas macroeconómicas, lo que significa un gran alivio para la certidumbre económica del país. Observándolo desde la perspectiva de la izquierda mexicana, que es mayoría en el Congreso actual, podría pensarse que Mexico está cediendo parte de su soberanía, ya que el USMCA dicta parámetros que le impiden a Mexico tomar decisiones unilaterales en materia de política económica. Toca ahora a los congresos de cada país aprobar o negar el acuerdo alcanzado por sus poderes ejecutivos, donde no podrán cambiar nada de lo previamente negociado, por lo que se trata de un “todo o nada”. En esa directriz, le toca al presidente electo de Mexico convencer a su congreso de aprobar el nuevo tratado, demostrando con hechos que su pragmatismo está por encima de su ideología, lo que será una excelente noticia para nuestro país. El USMCA deberá convertirse en un motor de crecimiento para Mexico que conlleve mejores condiciones de vida para sus habitantes, convirtiéndose al mismo tiempo en una camisa de fuerza contra decisiones y actos populistas. * El autor es Presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Publica del Estado.

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