Educación
"Por el derecho a la libertad de expresión" En el colmo de la tendencia dictatorial que se anida en algunas mentes de los priistas, que tratan, con las actitudes más inconcebibles de preservar el poder total, en Sonora la gobernadora Claudia Pavlovich obligó a los diputados de la actual legislatura a que aprobaran y le dieran caciquiles poderes extremos para su beneficio. De esta manera logró que se le concediera el poder del veto contra decisiones adoptadas formalmente en el poder Legislativo. Lo que indudablemente pretende es eliminar el balance de poderes, ya de por sí inexistente. De esa manera ella y quienes le sucedan en la gubernatura, no deberán preocuparse pues podrán, con la mano en la cintura, eliminar cualquier ley que les moleste y les impida ejercer dictatorialmente los recursos financieros. Hasta ahora, los tres niveles de gobierno se han manejado libremente en cuanto a la presupuestación y el gasto gubernamental se refiere. La facilidad con la cual se desvían los recursos presupuestados de un renglón a otro les ha permitido mil triquiñuelas, con las cuales han desfalcado las administraciones. Por eso, les dio línea a los legisladores para que hicieran realidad su deseo de hacer modificaciones presupuestales cuando lo considerara pertinente. Obviamente, la Pavlovich busca tener un refugio efectivo contra las políticas de gasto responsable y consciente que está promoviendo López Obrador. No sorprende la pusilanimidad de los diputados sonorenses pues con la docilidad que tienen, fueron emitiendo el voto que les ordenó su jefa. Solo tres responsables legisladores no aceptaron la presión y votaron en contra. El resto no tuvo vergüenza de salir por la puerta trasera y partir en vehículos de transporte de personal, para no ser agredidos en el trayecto. Este sigue siendo el PRI de siempre. No tiene otra forma de ser que utilizar el agandalle y la corrupción para hacer política. Por esto están condenados a perecer inexorablemente. En Tecate, la actitud dictatorial de Nereida Fuentes también está apuntando a conductas antidemocráticas, al tratar de eliminar el actual Reglamento de Transparencia de la Información presentando uno alterno. Esto de por sí no es ilegal, pero cuando se adereza esta actividad manteniendo oculta la versión que quiere imponer, se le ve la tendencia hacia la oscuridad que desea. De por sí Nereida Fuentes y Gerardo Sosa Minakata están manteniendo oculta la información que perjudica a César Moreno, protegiéndolo de las denuncias ciudadanas, ahora con este nuevo reglamento, quieren encementar la tumba de la legalidad. Desde que fue regidora, luego diputada y ahora presidente municipal, Nereida Fuentes se ha caracterizado por su tendencia natural hacia la corrupción. Las tres posiciones las obtuvo, todo parece indicar, utilizando los recursos financieros gubernamentales, y ahora hace lo mismo buscando la reelección. Su proyecto de gobierno nunca ha aterrizado en la legalidad y los actos corruptos son constantes y frecuentes. Muchos de ellos han sido denunciados en esta columna y por el grupo Tecate en Pie de Lucha. Nereida como buena priista amparó al corrupto síndico procurador Gerardo Sosa Minakata después de que se publicó un video en el cual exigía un trato especial para uno de sus amigos, que al parecer era el hijastro de Nereida. ¿Por qué ella no ha desmentido esto? Vale. * El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.
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