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"Por el derecho a la libertad de expresión" Gerardo Sosa Minakata, síndico procurador de Tecate, realizó hace unos días una llamada telefónica a la Comandancia de Policía, exigiéndole a unos agentes que dejaran sin sanción a dos sujetos que habían sido aprehendidos. Cuando le explican que se pasaron un semáforo en rojo, que apelaron a la fuga, que no traían placas ni licencias y que los amenazaron con hablarle a él –lo que acumula varias infracciones administrativas– la reacción del funcionario fue no poco sosa, como su apellido. Tanto poder creía tener que, sin ningún miramiento los amenazó con cesarlos y así lo hizo. Los policías –viejos lobos de mar– grabaron la llamada y la hicieron pública en redes sociales. Al conocerse este asunto la reacción de la gente no se hizo esperar y, con mucha indignación, hemos estado manifestando nuestra inconformidad. Gerardo Sosa Minakata en una rueda de prensa quiso minimizar el problema y alegó tonterías. En ese mismo sentido, la alcaldesa Nereida Fuentes también lo minimiza diciendo que ella no va a ir por la cabeza del Síndico y que el video es una venganza de los policías que ya estaban siendo investigados. La cloaca en que se ha convertido el Ayuntamiento de Tecate, por la enorme corrupción que lo distingue, ahora se ha despejado y comprobamos que la descomposición se ha asentado en los funcionarios de primer nivel. Nereida Fuentes y Gerardo Sosa son la cima de las prácticas ilegales. Han sido los protectores de Javier Ignacio Urbalejo Cinco y César Moreno González de Castilla; han permitido el incremento de los abusos de los policías municipales contra la población; han explotado hasta la saciedad las tramposas acciones de las grúas, y han promovido los abusos en los retenes ilegales que se establecen en cualquier vialidad de la ciudad, violando el artículo 11 constitucional impunemente. Los tecatenses estamos a la deriva y prácticamente sin ningún respaldo del Cabildo. En este asunto de tan grave ilegalidad del Síndico Procurador, los regidores y las regidoras han guardado un vergonzoso y cómplice silencio, que nos indica el bajo compromiso que tienen con el respeto a la ley. La presión de la sociedad tecatense los tiene con la espada en la pared y es muy probable que actúen contra quienes exigimos justicia. Ni el Síndico Procurador y su protectora Nereida Fuentes son más importantes que la población. Los integrantes del Cabildo deben ser consecuentes con el juramento que hicieron, cuando inauguraron esta administración municipal. No obstante, algo que no ha terminado de definirse es que, al parecer, uno de los sujetos involucrados en este problema, podría ser el hijo de Marco Antonio Lizárraga Valenzuela, esposo de Nereida Fuentes. Si la cosa es así, entonces es más grave porque ya se está hablando de otros niveles de corrupción. La alcaldesa y lo que queda del deshonesto Síndico Procurador deben aclarar esto, están obligados y la sociedad se los exige. Cuando la ilegalidad rodea a las administraciones municipales, el tiempo libera los actos corruptos. Desde adentro del Ayuntamiento, quienes están inconformes con el estado de cosas, proporcionan datos y señales para promover las denuncias. Quien sabe algo, debe decirlo. Vale. * El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

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