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Diálogo empresarial

Hace unos días, integrantes del Consejo Coordinador Empresarial nos sumamos gustosos al Basura Challenge, promovido en Tijuana por FRONTERA y aceptado por cientos de ciudadanos que han salido a las calles a poner su granito de arena para tener una Tijuana más limpia. Ni lo fuerte del Sol de agosto nos inhibió y con mucha emoción salimos a sudar mientras limpiábamos espacios públicos. Al final recogimos varios kilos de desechos y acabamos con las camisas sudadas, pero muy satisfechos de haber aceptado este gran desafío. La experiencia ha sido enriquecedora en todos los sentidos, porque diversos organismos ciudadanos, empresariales y gubernamentales nos hemos sumado a este reto viral que ha prendido fuerte en varias ciudades de la República y que por herencia nos deja algunas importantes lecciones. La primera y más trascendente tiene que ver con nuestro poder como ciudadanos y nuestra capacidad para producir cambios positivos si así nos lo proponemos. En nuestras manos está el transformar demasiados aspectos de nuestro entorno, pero a menudo nos gana la desidia y preferimos únicamente quejarnos sin proponer nada y dejar que sean otros quienes hagan las cosas. Ser ciudadano no significa ser el habitante pasivo de una urbe que simplemente va y viene transitando por sus calles. Ser ciudadano implica involucrarse activamente en todo aquello que atañe al interés y al espacio público que todos compartimos. En nuestra casa no arrojamos basura en medio de la sala y de una forma u otra nos la arreglamos para mantenerla limpia. Pues bien, Tijuana es nuestra casa y sus espacios públicos los compartimos todos nosotros. Cierto, las autoridades tienen una responsabilidad y para eso existe en el Ayuntamiento una Dirección de Obras y Servicios Públicos que debe cumplir con su deber de mantener limpia la ciudad, pero mucho ayuda si los tijuanenses tendemos una mano. La ciudad más limpia, nos queda claro, es la que menos se ensucia y en ese sentido tenemos mucho que hacer como promotores de la cultura de la limpieza y la separación de la basura. Terrenos baldíos, camellones y espacios públicos están llenos de desechos porque alguien los ha dejado o arrojado ahí. Es importante que nos sumemos a estas tareas de limpieza, predicar con el ejemplo ante nuestros hijos, nuestros empleados o compañeros de trabajo y sumar a nuestros vecinos y amigos, pero también señalar públicamente y denunciar al que tira basura. El Basura Challenge es un ejemplo de cómo podemos hacer un uso positivo de las redes sociales. Así como hay retos absurdos y nocivos, hay desafíos que pueden incidir en forma benéfica en el aspecto y en la dinámica de una ciudad. Esta experiencia puede volverse algo cotidiano en nuestras vidas si con determinada periodicidad nos organizamos para limpiar el parque de nuestra colonia o alguna plaza pública. El reto lo aplicamos hoy a la basura, pero como ciudadanos tenemos muchos otros desafíos que podemos asumir y en donde podemos involucrarnos. Lo he escrito en más de una ocasión: no hace falta militar en un partido político para participar activamente en temas de interés público y lograr cambios sustanciales que incidan en nuestra vida diaria. Hay que aceptar el reto de ser verdaderos ciudadanos los 365 días del año. * El autor es presidente del Consejo Coordinador Empresarial Tijuana.

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