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Diálogo empresarial

“Los delitos deben ser calificados según el daño infligido a la sociedad.” Cesare Beccaria En los últimos años hemos escuchado con preocupación cómo ha ido en aumento en México el robo de hidrocarburos, principalmente en la zona Centro del País por donde atraviesan los principales ductos de Pemex. Estos robos representaron el último año 30 mil millones de pesos y la tendencia es a seguir creciendo, pese a los esfuerzos de diversas autoridades por detenerlos. Sin embargo, lo que poco se conoce es que, en materia de energía eléctrica, las pérdidas son superiores a las de los hidrocarburos. Efectivamente, en una nota publicada por el periódico El Universal, el pasado 2 de abril, se daba a conocer que la CFE había reportado pérdidas por más de 76 mil millones de pesos, ya sea por robo o deudas en el pago de energía eléctrica, lo cual representa 2.5 veces más que la perdida ocasionada por el robo de hidrocarburos. En dicha nota se mencionaba además el hecho de que, según la propia CFE, había admitido que existen 6 millones 941 mil usuarios morosos desde 1994 a la fecha, cantidad que incluye a consumos domésticos, gobiernos estatales, así como empresas operadoras de agua, las cuales son de alto consumo de electricidad y que de esos 76 mil millones, 40 mil millones son por el robo de energía y los restantes 36 mil 359 millones por facturas no cobradas. En México, de acuerdo con información dada a conocer por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en su Informe Anual 2015 el porcentaje de pérdidas de energía en México fue de un 14.36% (40.7 TWh) en 2015 y un 15% (41.32 TWh) en 2014 y al cruzar esta información con la arrojada por el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2016-2030 (Prodesen), estas pérdidas representaron una disminución de ingresos por $42.2 y $49.4 mil millones de pesos en 2015 y 2014, respectivamente. Si restamos lo que se roban de electricidad al año, el costo de este insumo bajaría de entre un 11.7 al 14%, lo que permitiría al sector industrial ser más competitivos. Ya lo expresó el propio director general de la CFE el 6 de abril pasado, que los robos de energía representaron en el 2017 el 11.7 por ciento, por lo que de evitarse este ilícito, el costo de la luz bajaría considerablemente. No olvidemos que la industria requiere de energía eléctrica a precios razonables, pues de lo contrario no podemos competir con los distintos mercados mundiales. Por ello la CFE debe poner especial atención en evitar el robo de electricidad y combatir la corrupción en algunos sectores de la empresa. Si queremos ser competitivos debemos contar con insumos con precios de mercado. El autor es Presidente de Canacintra Tijuana.

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