Diálogo empresarial
En estos tiempos de campañas electorales en que todo mundo parece tener una opinión contundente y tajante sobre tal o cual candidato o partido, convendría hacer un alto en el camino y tomarnos unos minutos para reflexionar sobre lo que nosotros podemos hacer como ciudadanos para transformar nuestro entorno más allá de la política. Me parece muy sano que entre amigos, vecinos o compañeros de trabajo haya un debate respetuoso y un constante intercambio de ideas sobre la política partidista, pero la participación ciudadana va mucho más allá de eso. De nada sirve pasarse la vida defendiendo a capa y espada a un candidato, atacando a otro y compartiendo noticias o memes en redes sociales, si al final como ciudadanos somos apáticos e indiferentes en torno a aquellos temas donde en verdad tenemos mucho que hacer. Yo como ciudadano mexicano tengo muy claro por quién voy a votar y no dudo en defender con argumentos mi voto razonado, pero no olvido que la participación ciudadana es un ejercicio constante que no se limita a un periodo electoral. Vaya, se puede ser políticamente muy activo y participativo todo el año, sin necesidad de militar en algún partido o llevar la bandera de un candidato. Más que ir a gritar a un mitin o llevar calcomanías de un partido político en nuestro carro, lo que verdaderamente transforma a México es involucrarse activamente en temas comunitarios. Un grupo de vecinos que se organizan para limpiar su colonia y reforestar su parque o escuela, o que implementan una estrategia de seguridad en sus calles vigilándose unos a otros y denunciando a los maleantes, están fungiendo como agentes transformadores. Una asociación de ciudadanos que se constituye para apoyar a un grupo vulnerable o que abandera una causa filantrópica, está haciendo mucho más por México que aquel que solo se dedica a ser un guerrero del Facebook con la camiseta de su candidato bien puesta. A menudo olvidamos que como ciudadanos nos es dado involucrarnos en temas legislativos y presentar o apoyar iniciativas para que sean votadas en Congreso. También tenemos el derecho a exigir rendición de cuentas y pedir información puntual a nuestros gobernantes vía las páginas de transparencia. No necesitamos ser periodistas para exigir que nos informen. Pasamos por alto que existen organismos municipales como el Copladem, diseñados para que las propuestas ciudadanas puedan ser incluidas en los planes de desarrollo, de la misma forma que existe un Consejo de Organismos de la Sociedad Civil donde en dado momento se puede concursar por recursos para apoyar determinada causa ciudadana. Los mecanismos de participación son muchos y muy diversos. No quiero con ello desacreditar o inhibir la muy natural efervescencia política que surge con el periodo electoral, pero un ciudadano que verdaderamente lucha por la transformación de su país, no se limita ejercer su voto el 1 de julio para después sumergirse en la indiferencia. Tan solo mira a tu alrededor y te aseguro que hay infinidad de temas que atañen a tu comunidad en donde podrías involucrarte activamente. Ningún candidato, por bueno que nos parezca, tiene la varita mágica para transformarlo todo. Somos nosotros quienes tenemos que tomar al toro por los cuernos. * El autor es presidente del Consejo Coordinador Empresarial Tijuana.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí