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Casillero

“Todos los vicios, con tal de que estén de moda, pasan por virtudes.” Molière No se trata de negar que durante muchos años ha existido un abuso y discriminación hacia las mujeres en todos los aspectos y en todos los sectores de la sociedad, basta recordar que fue hasta el 3 de julio de 1955 en que por primera vez que la mujer mexicana emite su voto en unas elecciones federales a fin de integrar la XLIII Legislatura, sin embargo, en los últimos tiempos se ha abusado del concepto de equidad de género. Qué bueno que hoy en día nuestras leyes garanticen una correcta igualdad entre hombres y mujeres y que no haya discriminación laboral o de cualquier índole hacia ninguna mujer, sin embargo este tema ha llegado al extremo de que por ejemplo en los exámenes que practica el INE para contender como Consejero Electoral, en una pésima interpretación a este concepto, aprobaron, para Baja California, a los 25 hombres y 25 mujeres que mejores calificación obtuvieron, sin importar que una verdadera igualdad seria que aprobaran los mejores sin tomar en cuenta su sexo, la realidad es que en ese proceso de selección, aprobaron mujeres con calificación de 6.4, mientras que varios hombres con calificaciones superiores al 7.3 quedaron eliminados y todo por una mala interpretación de la dichosa “equidad de género”, que en ese caso operó en sentido contrario. Ahora que todo mundo está pensando en la elección local del 2019, el tema de la equidad de género vuelve a la mesa y muchos coinciden en el hecho de que Rosarito y Tecate seguirán siendo municipios gobernados por mujeres, sin importar los perfiles y experiencia de cada uno de ellos Sin embargo, habrá quienes opinen que la equidad de género se debería dar también frente a las personas gay y porque no también frente a todos aquellos con capacidades diferentes que hacen un gran esfuerzo por luchar contra los estigmas que nuestra prejuiciosa sociedad les impone. Esa promoción malentendida de la equidad ha llevado a muchos políticos a evitar lo que han llamado un “lenguaje sexista” y por eso ahora tenemos el ridículo de que para todo debemos referirnos a diputadas y diputados, presidentas y presidentes y llegaremos al extremo de hablar de dentistas y dentistos o pacienta y paciente, limitando nuestro rico lenguaje a las tonterías de unos cuantos trasnochados que dañan el español. En el colmo de la ridiculez, el Consejo Nacional para prevenir la Discriminación (Conapred), ha elaborado el documento titulado: “10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje”, para enseñarnos a hablar y por ejemplo que en lugar de decir de: Niños de la calle, debemos usar: la gente en situación de calle y en la mayoría de las expresiones decir: las y los ciudadanos, políticos, etc., o como nos enseñó Fox: chiquillas y chiquillos El problema no es el género, sino de respetar a todos por igual independientemente de su sexo, preferencia sexual o discapacidad, pues eso solo es el cascarón. * El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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