Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / notamigracion

Análisis sin Fronteras

Fosas con cuerpos de 100, 200, posiblemente 300 personas. ¿Cuántos son los desaparecidos en México? ¿Serán 10 mil? ¿O más cercano a los 20 mil? ¿30 mil? ¿Serán desapariciones forzadas? ¿Guerras intestinas entre narcos? ¿Personas que simple y llanamente cruzaban por auto el estado de Veracruz, Guerrero o Michoacán? Al cierre de esta edición, según reportes periodísticos, solamente en Veracruz, desde 2011, se contabilizan 601 fosas con casi dos mil cadáveres: 518 cuerpos y 660 cráneos. Hoy estamos enfocados en la más reciente fosa encontrada en Veracruz. Pero qué pasó con la masacre de Allende, Coahuila, en 2011, donde se reportaron entre “28 y 300” personas asesinadas y/o desaparecidas. ¿En qué país del mundo puede un comando atacar un municipio de 20 mil personas y asesinar posiblemente a 300, y que nadie tenga los datos detallados de si fueron 28 o 300? Esto sucedió en el mismo país en el que en el municipio de Durango posiblemente 300 personas fueron asesinadas y enterradas en 2010. O el mismo país que habla del Pozolero de Tijuana, que “quién sabe” cuántas personas cocinó y desintegró para que los familiares jamás supieran el paradero de su ser querido. Y la masacre de San Fernando, Tamaulipas, en 2010, donde asesinaron a 72 migrantes y seis meses después, exactamente el mismo lugar, masacraron a cerca de 200. Mismo lugar. Misma organización criminal, probablemente los mismos asesinos. Esto nos lleva a lo que ha sucedido en los últimos años en Guerrero. Ante la búsqueda de los 43 normalistas de Ayotzinapa, autoridades nacionales e internacionales encontraron fosas con posiblemente más de 300 cuerpos. ¿Qué está pasando? ¿Y el gobierno federal es incapaz de detener estos asesinatos masivos? ¿No quiere? ¿Son cómplices? ¿Negligencia catastrófica? ¿Cómo es posible que miles de personas desaparezcan y sigan desapareciendo y no sea prioridad del gobierno detener la masacre? ¿Cómo es posible que no haya responsables políticos y penales de lo que probablemente será uno de los periodos más violentos y vergonzosos en la historia de México? Incluso en países en medio de una guerra civil han tenido el número de desaparecidos y fosas con cientos de cuerpos que no tiene México. Y estoy incluyendo en este comparativo a países centroamericanos como Guatemala y Salvador, además de Colombia. Y sí, con el número de víctimas que en los últimos años se han encontrado en estas fosas, indudablemente México se tiene que comparar con Afganistán o Siria. Podríamos encontrar un ejemplo comparativo en la Guerra de los Balcanes: las fosas en Batajnica, donde se estimó que contenían entre 700 y mil albanos víctimas de la limpieza étnica que se vivió durante la guerra de Kosovo. Pero se supone que México no vive una guerra civil. Muchas veces el gobierno no ha querido reconocer la amenaza de violencia que viven millones mexicanos. Y se tiran la bolita de un lado a otro: las policías local, estatal y los gobernadores son corruptos, o inmensamente incompetentes, o tienen miedo. Fueron los soldados, fueron los marinos, fue un comando que tiene una capacidad bélica por la que nadie los quiere enfrentar. Un presidente, un secretario, escondiendo la cabeza debajo de la arena como los avestruces, una política de Estado para combatir organizaciones criminales ya que no funciona el sistema de justicia penal y los jueces liberan a todos, MP corruptos. Probablemente la excusa más ofensiva y traidora: los cientos que se encuentran en esas fosas son cómplices, bajas en las guerras intestinas entre grupos del crimen organizado. La verdadera razón: impunidad. Hasta el momento, el gobierno entrante no ha puesto sobre la mesa una sola propuesta para detener las desapariciones y asesinatos masivos. Podríamos argumentar que el desorden que va a resultar con la reestructuración de las instituciones que procuran justicia y seguridad nacional, seguramente debilitarán la capacidad de investigar y detener las masacres. ¿Quieren una comisión de la verdad? En este sexenio se debe definir de una vez por todas quién mató a los miles y miles de mexicanos. Pero también que se defina por qué el gobierno federal en los últimos 12 años no ha sido capaz de detener las masacres, ya sea por incapacidad, negligencia, complicidad o falta de voluntad política. Esto servirá como lección y mensaje para los siguientes gobernantes: tiene que haber consecuencias políticas y penales. * La autora es analista político.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados