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Agua Caliente

Al margen de quien resulte triunfador mañana y con independencia de los llamados de última hora a favor del voto dividido, para evitar que un solo partido controle al mismo tiempo el Ejecutivo y el Legislativo, de manera inevitable el poder político quedará dividido apenas se conozca el nombre del ganador de la contienda... excepto si José Antonio Meade se lleva la victoria, lo que a un día de los comicios se presenta como el escenario menos probable, según anticiparon todas las encuestas de intención de voto. Pero si cualquiera de los otros dos candidatos presidenciales, Andrés Manuel López Obrador o Ricardo Anaya Cortés, gana la elección, México vivirá una situación singular en la que el poder político estará dividido entre el mandatario electo y el presidente en funciones, o sea entre cualquiera de ellos dos y el presidente Enrique Peña Nieto. Se dirá, y con razón, que eso ocurre siempre cada seis años, aun sin que haya alternancia de partido en Los Pinos, pero dado el nivel de confrontación alcanzado en la reciente campaña, esta vez la división del poder político será aún más palpable, honda y pronunciada, con lo que el País vivirá un tenso interregno a lo largo de los cinco meses que separan el resultado electoral de la toma del poder. A estas alturas de la contienda, lo único que cabe esperar por el bien de la nación es que ambos, el presidente entrante y el saliente, se conduzcan conforme a la institucionalidad prevista en las leyes. Así sea. Llamadas electorales Utilizando todas las lagunas legales que tiene la ley electoral en materia de regulación durante la veda electoral varios fueron los ciudadanos que recibieron llamadas de un número con lada (658), o con número oculto invitando a realizar un voto razonado. El mensaje telefónico señala, “El futuro de México está en juego y tu decisión hace la diferencia, nadie quiere que regresen las ocurrencias, la inflación, el desempeño y la bancarrota, o que México se aísle del mundo, ni que siga la corrupción o impunidad”, se escuchó de esta grabación. Faltando un día para que se desarrolle la jornada electoral en la que se elegirá Presidente de la República, senadores y diputados federales, seguramente hoy los candidatos se jugarán las últimas cartas que se encuentran al filo de lo legal e ilegal. Pasando la elección, seguramente la autoridad electoral se volverá a sentar para revisar los candados en materia electoral que se deberán poner, mientras que los partidos políticos y sus asesores analizarán cómo poder romper las reglas sin ser sancionados, tal como sucede cada año. Y es que incluso en redes sociales siguen apareciendo como publicidad pagada videos en contra de algunos candidatos, o sea que hay veda electoral, pero no para las campañas negras que no tienen descanso. Voto libre y secreto En estas épocas electorales y sobre todo el día de la elección hay varios términos que se utilizan de manera coloquial y son trucos o mañas que utilizan los partidos para verse favorecidos en la elección. Se llama “ratón loco” cuando una casilla a propósito es cambiada de lugar y llega el elector (ratón) y lo mandan a otra parte y de ahí a otra, el objetivo de esta táctica es hacerlo desistir, así que no se deje. Mapaches se les dice a aquellos que hurtan cajas con votos que no les favorecen a sus candidatos, esos están organizados y cercanos a las casillas. Para mañana, además de esos trucos, también podría haber gente queriendo comprar votos o coaccionando, lo cual es un delito electoral. También en ocasiones partidos en el poder cobran los apoyos entregados a ciudadanos por las dependencias de desarrollos sociales. El voto es secreto y libre, no se deje y ejérzalo libremente. #YoSíVoto.

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