Mujeres en proceso de rehabilitación comparten avances en su vida diaria después de adicciones

Tijuana, BC.- En Tijuana, internas de un centro de rehabilitación relatan cómo enfrentan adicciones y vulnerabilidad, explicando que su recuperación avanza por el apoyo integral, disciplina y acompañamiento que reciben en Mujer Cansada del Camino.

Marisol Sánchez expuso que llegó a las instalaciones después de ser deportada de Estados Unidos y sufrir violencia física y emocional de su ex pareja, donde encontró apoyo para iniciar su proceso de recuperación.

Compartió que enfrentó el consumo de drogas como una manera de evadir el dolor de la pérdida de su carrera, su casa y la separación de sus hijos, pero decidió buscar ayuda y acudir al centro.

Tijuana

Atienden a mujeres en situación de adicción, calle y abandono en Tijuana

El proceso no ha sido inmediato, pues aprender a aceptar y quererse a sí misma ha sido un desafío diario, destacó que el acompañamiento del personal le permitió valorar aspectos básicos de la vida y encontrar estabilidad emocional.

La red de apoyo familiar conformada por sus hijos y madre, también fue clave para su evolución, pues contar con personas cercanas facilitó su recuperación y fortaleció su compromiso con el proceso, agregó.

Otra mujer, quien prefirió mantener el anonimato, comentó que llegó al centro tras vivir en la calle durante meses, no tenía acceso a alimentación ni a un lugar donde dormir y que sobrevivía recogiendo comida de botes de basura.

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Mencionó que al ingresar a Mujer Cansada del Camino, encontró un espacio seguro y acogedor, con alimento, ropa y atención médica constante, además de que la convivencia con otras internas ha sido positiva, pues el apoyo mutuo la ha ayudado a reconstruir su confianza y autoestima.

Después de cuatro meses, la mujer anónima aseguró que no desea abandonar el centro y que ha aprendido que sí es posible superar la situación de calle, recuperarse y prepararse para reintegrarse a la sociedad con aptitudes que ha aprendido de nuevo.

El centro recibe tanto a mujeres voluntarias como a aquellas canalizadas por hospitales, Policía Municipal o Cruz Roja, y opera con cuotas flexibles y donaciones, asegurando que la situación económica no limite la rehabilitación de ninguna participante, refirió Alma García directora de procesos.

Señaló que la metodología combina disciplina, servicio y reinserción gradual, donde las internas avanzan en distintos servicios dentro del centro antes de poder salir, fortaleciendo habilidades de autocuidado, solidaridad y responsabilidad.

Actualmente indicó que las instalaciones albergan alrededor de 86 mujeres de distintos partes de México y algunas extranjeras, incluyendo personas deportadas de Estados Unidos.

Alma García consideró que la cercanía con la frontera implica retos adicionales relacionados con el consumo de sustancias y la vulnerabilidad social.