Migró por tres países hasta llegar a Tijuana
Kaline, una migrante haitiana que vive en Tijuana con sus dos hijos, relató cómo la inseguridad y falta de empleo la obligaron a migrar, los retos de adaptación en México y su gratitud por la estabilidad y oportunidades que ha encontrado.

Tijuana, BC.- Alguna vez soñó con viajar por placer, pero jamás se imaginó que tendría que hacerlo para salvar su vida. Kaline nació en Haití, pero migró hacia República Dominicana, Chile y hace cinco años vive en Tijuana, junto a sus dos hijos jóvenes.
En este Día Mundial del Migrante con nostalgia compartió que ama a su país, pero las condiciones para vivir son complicadas debido a la inseguridad y escasez de empleo.
Kaline explicó que, como ocurre con muchas personas migrantes, aprender el idioma fue uno de los principales retos al llegar a México, ya que el español no es su lengua materna. Sin embargo, a como pudo consiguió espacios para vivir con su familia, trabajó y por buena suerte llegó a un albergue en donde se encontró con sus compatriotas para salir adelante.
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Se propusieron a rentar un espacio y a conseguir espacios educativos para que su hija adolescente de 12 años y su hijo de 18 años sigan con sus estudios.
Kaline mencionó que ahora se sienten haitianos-mexicanos y sus familiares que se quedaron en Haití les platican que los mexicanos son muy hospitalarios y especialmente en Tijuana hay muchas posibilidades de vivir en paz y con un empleo seguro.
Yo me siento bien, hay muchas cosas bonitas. Yo estoy con mis hijos, me siento feliz por ellos, Aquí en Tijuana, estoy trabajando, estoy luchando. Hay personas que no están conformes con lo que Dios les da, pero yo sí estoy conforme con lo que Dios me da aunque sea pequeño”, expresó.
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