Con recursos limitados, Casa del Migrante mantiene atención a repatriados, indica director

Tijuana, BC.- Con recursos reducidos y una demanda que no disminuye, la Casa del Migrante Tijuana sostiene su operación, mientras acompaña a decenas de personas repatriadas en diciembre, un periodo que intensifica necesidades emocionales y humanitarias.

El director padre Lorenzo Chaidez, compartió que sus primeros meses al frente han estado marcados por el aprendizaje y la continuidad de la misión, en un contexto donde el acompañamiento resulta tan urgente como desafiante.

Detalló que la población atendida se mantiene estable, entre 60 y 80 personas repatriadas alojadas de manera constante, cifras que contrastan con las expectativas de un aumento abrupto.

Sin embargo, señaló que se presenta un desplazamiento por la violencia de personas provenientes de Michoacán, Guerrero y Guanajuato, una problemática persistente que existe en todo el país aunque suele ser poco visibilizada.

El director de la Casa del Migrante Tijuana, comentó que el mayor reto actual, es financiero, ya que la operación del albergue solo está garantizada hasta abril del próximo año debido a la reducción significativa de apoyos.

Mencionó que de acuerdo con estimaciones internas, los recursos disponibles se redujeron alrededor de un 40% respecto a 2024, y en algunos casos el respaldo de organismos internacionales prácticamente desapareció.

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La Casa del Migrante no cobra por sus servicios

A diferencia de otros espacios, indicó que la Casa del Migrante no cobra por ninguno de sus servicios, los cuales incluyen alojamiento, alimentación y atención integral, lo que incrementa la presión económica permanente.

Ante esta situación, el albergue ha reforzado actividades de recaudación como la rifa anual navideña, además de recibir donativos de personas y comunidades comprometidas con la causa migrante, resaltó.

El padre Lorenzo Chaidez dijo que se mantiene activa una campaña de abrigo para enfrentar el invierno, mediante la donación de ropa y artículos básicos destinados a quienes regresan al país en condiciones de alta vulnerabilidad.

Concluyó que la solidaridad social, al señalar que la necesidad de dar posada persiste, ahora no a quienes cruzan, sino a quienes retornan, en un escenario donde cada apoyo marca la diferencia.