Viven para contar su historia con el VIH
Pacientes del albergue Las Memorias A.C., como Josué y Fabiola, viven para contar su historia con el VIH gracias a su tratamiento médico y a su carga viral indetectable. El apoyo de sus compañeros y de profesores de la UABC les dio fuerzas para convertirse en auxiliares de enfermería y aplicar su experiencia para atender a enfermos con VIH, Sida y tuberculosis.

Tijuana, BC.- Josué Hernández y Fabiola Vázquez son algunos de los pacientes del albergue de Las Memorias A.C. que viven para contar su historia con el VIH: gracias a que han cumplido con su tratamiento médico lograron alcanzar una carga viral indetectable, lo que les permite seguir adelante sin el riesgo de transmitir el virus a otras personas.

El virus y el apoyo de sus compañeros también les dio las fuerzas para convertirse en auxiliares de enfermería, para lo cual fueron guiados por profesores de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). Hoy aplican su experiencia de vida y sus conocimientos para atender al resto de los enfermos con VIH, Sida y tuberculosis que son unos 156, entre niñas, niños, mujeres y hombres adultos.

A Josué, de 51 años de edad, le fue detectado el VIH hace una década. Todavía desconoce cómo se contagió... si fue por tener relaciones sexuales sin protección o por compartir jeringas al drogarse.
Platicó que hace 10 años fue llevado al Hospital General de Tijuana en agonía: con bajos niveles de signos vitales y con apenas 24 kilos de peso. En los pocos segundos que tuvo de lucidez le confirmaron el VIH y se prometió a seguir vivo.
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Ahora es enfermero auxiliar, es conferencista, coordinador del comedor del albergue, coordinador de las personas de la diversidad sexual del mismo albergue y próximamente se recibirá como enfermero industrial.
Es mi objetivo de la vida, es darle prioridad, día a día me levanto a las 4 de la mañana para servir a mis compañeros. Me siento feliz y siento empatía porque yo sé cómo se sienten al llegar aquí”, expresó Josué.
Asimismo, diariamente se esfuerza por demostrar que cuando se trata de salud la burocracia se debe eliminar, pues esta es la que da el tiro de gracia a los pacientes.
A los 10 días o 15 días la gente no alcanza a llegar, si tuvieran el tratamiento a tiempo, pudiéramos salvar más vidas. Que los institutos agilizaran más los trámites para la gente que ya sabe que tiene un diagnóstico”, dijo.

Por su parte, Fabiola Vázquez, de 47 años de edad, también celebró su nivel de indetectabilidad. Hoy es la encargada de enfermería y desde ese lugar pidió a la sociedad que acepte a las personas viven con enfermedades de transmisión sexual.
Queremos reintegrarnos a la sociedad, podemos hacer una vida normal, trabajar en cualquier hospital, lo que nos impide es que la sociedad a veces nos discrimina mucho”, reiteró.
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