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Baja California y la Revolución Mexicana, entre conflictos, agricultura y la frontera

El investigador Marco Antonio Samaniego destacó obras, conflictos y transformaciones que marcaron a la región durante la Revolución.

Baja California y la Revolución Mexicana, entre conflictos, agricultura y la frontera

Tijuana, BC.-La Revolución Mexicana también dejó huella en Baja California, donde los conflictos armados se entrelazaron con transformaciones políticas y económicas que marcaron el rumbo de la región. Marco Antonio Samaniego López, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California, destaca que varios eventos definieron este período.

Uno de los más significativos fue la construcción de diques y obras de protección en el río Colorado, financiadas por Estados Unidos para resguardar el Valle Imperial y permitir el cultivo en Mexicali. Estas obras no solo garantizaron el desarrollo agrícola local, sino que también generaron tensiones sobre la distribución del agua entre los estados de la cuenca, un debate que persistió durante décadas.

En el plano político, Baja California destacó por la lucha por gobiernos civiles y la autonomía municipal, particularmente en Ensenada. La región consolidó un sistema de gobierno local hacia 1920, mientras que Esteban Cantú se convirtió en el primer gobernador tras la eliminación de la figura del jefe político y militar, estableciendo un gobierno relativamente estable durante cinco años.

Marco Antonio Samaniego López - investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California (Fotos: Leonardo González)
Archivo Histórico del Estado - Fondo André Williams
Archivo Histórico del Estado - Fondo André Williams

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Una economía de frontera única

En lo económico, la apertura de tierras permitió que el algodón se convirtiera en el principal producto del Valle de Mexicali, acompañado de trigo y azúcar. Paralelamente, la cercanía con California impulsó una economía de frontera única: la prohibición de alcohol, boxeo y otras actividades en Estados Unidos llevó a que carreras de caballos, hipódromos y espacios de entretenimiento florecieran en el lado mexicano, principalmente en Tijuana y Mexicali, atraídos por inversionistas estadounidenses. Esta dinámica convirtió a Tijuana en un punto de encuentro internacional, donde turistas estadounidenses y mexicanos buscaban ocio, apuestas y espectáculos.

La ciudad fronteriza, que en ese entonces apenas empezaba a consolidar su identidad urbana, se vio directamente influenciada por los cambios sociales y económicos de la Revolución. Tijuana se convirtió en un espacio de tránsito, comercio y diversión, donde se establecieron negocios de entretenimiento que marcaron la cultura local durante décadas. El flujo de población, ideas y capital estadounidense contribuyó a que la ciudad desarrollara una economía híbrida, a medio camino entre lo legal y lo informal, donde se practicaban actividades que estaban prohibidas al norte de la frontera.

Además, Baja California fue escenario de movimientos revolucionarios locales, como el intento de Margarita Ortega en 1913 de movilizar soldados inconformes en Ensenada. Aunque su movimiento fracasó, evidencia la diversidad de actores y perspectivas que surgieron en la región durante la Revolución. Para Samaniego López, estos eventos reflejan que la Revolución en Baja California no solo fue militar, sino también un proceso de reorganización política, expansión agrícola y construcción de una economía de frontera.

Archivo Histórico del Estado - Fondo André Williams
Colección fotográfica ADIIH-UABC
Colección fotográfica ADIIH-UABC

Un laboratorio social

Tijuana no solo absorbió los efectos económicos y políticos de la Revolución, sino que se convirtió en un laboratorio social donde se ensayaron nuevas formas de entretenimiento, comercio y movilidad transfronteriza. La ciudad y el estado en su conjunto ilustran cómo la Revolución Mexicana, lejos de limitarse al centro y sur del país, también dejó profundas huellas en el norte, influyendo en la distribución del agua, la agricultura, la política local y la cultura urbana.

Baja California, con sus pueblos, valles y ciudades fronterizas, se transformó así en un espacio donde la Revolución Mexicana impactó de manera compleja, dejando un legado que moldeó su desarrollo económico, político y social durante todo el siglo XX.

Colección fotográfica ADIIH-UABC
Archivo Histórico del Estado - Fondo André Williams
Archivo Histórico del Estado - Fondo André Williams
Colección fotográfica ADIIH-UABC

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