Planta Abelardo L. Rodríguez es rehabilitada luego de 50 años en funcionamiento

Tijuana, BC.- Después de más de medio siglo de funcionamiento, la planta potabilizadora Abelardo L. Rodríguez, operada por la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), fue modernizada para mejorar el suministro de agua en la ciudad. La rehabilitación, que requirió una inversión de 107 millones 665 mil pesos mediante un esquema de financiamiento mixto, triplica la capacidad de producción y garantiza un servicio más estable para miles de familias.

Esta planta, que había cumplido su vida útil, ahora pasa de potabilizar 200 litros por segundo a 500; con lo que se beneficia, principalmente, a las colonias aledañas al trazo del bulevar Díaz Ordaz hasta llegar a la Zona Centro, así como la colonia Morelos, Chapultepec e Hipódromo, entre otras.

Durante años la planta operó con baja eficiencia, pero con esta rehabilitación logramos aumentar la capacidad de potabilización. Eso significa más agua y mejor servicio para la gente”, explicó Jesús García Castro, titular de la CESPT.

El funcionario explicó que del total de recursos invertidos, el 60.2% provino de financiamiento sostenible y el 39.8% de fondos propios, provenientes del pago del servicio de agua por parte de la ciudadanía.

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Los trabajos incluyeron construcción y rehabilitación del tanque y cárcamo de retrolavado, rampa de acceso, tanque regulador, tanque de mezcla rápida, construcción de tanque floculador y de sedimentación, torre de amortiguamiento y construcción de red pluvial.

Además de la renovación de tuberías y filtros, construcción de flotadores y un tanque de regulación con capacidad para 2 mil 700 metros cúbicos y la reposición del cárcamo de bombeo, precisó.

Con estas mejoras, la planta podrá procesar un mayor volumen de agua que proviene de la Presa El Carrizo como la Presa Abelardo L. Rodríguez.

Esta modernización significa nueva capacidad, por ende Tijuana contará con un reforzamiento de infraestructura hídrica y estará mejor preparada para enfrentar las demandas de consumo, contingencias o periodos de baja disponibilidad de agua. La rehabilitación nos da un margen de seguridad para los próximos 30 o 40 años”, agregó García Castro.