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La Manada Feliz, el lugar donde los perros abandonados vuelven a sonreír

Hoy el espacio alberga más de 120 perros, además de dos caballos y un cerdito, que convive con una de las villas caninas.

La Manada Feliz, el lugar donde los perros abandonados vuelven a sonreír

Tijuana BC.- En el corazón del Valle de Guadalupe, donde el mundo reconoce vinos de talla internacional, existe otra realidad que suele quedar fuera del foco turístico, los perros abandonados que vagan entre viñedos y carreteras.

Frente a ese contraste nació La Manada Feliz, un santuario que ofrece algo más que techo y alimento; aquí los animales rescatados recuperan la confianza y la alegría de vivir.

Hoy el espacio alberga más de 120 perros, además de dos caballos y un cerdito, que convive con una de las villas caninas. Foto: Leonardo González

El proyecto comenzó en 2018 con unos cuantos perros dentro de un hotel de la zona, pero fue en 2021 cuando el sueño tomó forma en cuatro hectáreas del valle.

Más de 100 perros

Hoy el espacio alberga más de 120 perros, además de dos caballos y un cerdito llamado Luchita, que convive con una de las villas caninas.

“Mi esposo y yo vendimos propiedades de toda una vida para poder sostener este lugar. Dijimos que podíamos con 40 o 50 perros, pero hoy son más de 120, y no hemos podido decir que no cuando llegan casos urgentes”

Relató Geovana Gómez Llanos, fundadora del santuario.

A diferencia de muchos albergues, La Manada Feliz busca que los animales vivan con dignidad. En lugar de jaulas, tienen villas con patios, áreas de recreo y rutinas de juego que les permiten socializar y reducir el estrés.

Hoy el espacio alberga más de 120 perros, además de dos caballos y un cerdito, que convive con una de las villas caninas. Foto: Leonardo González

“Yo soñé que aquí fueran felices, no solo que sobrevivieran. Muchos de ellos nunca se van a adoptar, pero eso no significa que deban pasar su vida en una jaula. Aquí corren, juegan, hacen hoyos, se suben al resbaladero… se les nota en la mirada que vuelven a confiar”, mencionó Gómez.

Espacio ecológico

La visión de Geovana no se limita a lo inmediato. Busca que el santuario se convierta en un espacio ecológico y también en un destino turístico alternativo dentro del Valle de Guadalupe. Actualmente, ofrecen experiencias de hiking acompañados por perros rescatados, además de cerveza artesanal y vino que elaboran en colaboración con productores locales.

Hoy el espacio alberga más de 120 perros, además de dos caballos y un cerdito, que convive con una de las villas caninas. Foto: Leonardo González

“Queremos que la gente venga, conozca las instalaciones y se lleve una experiencia completa. Tenemos cerveza artesanal con nombres de nuestros perros, vinos que se producen en el valle y paquetes turísticos que incluyen recorridos con la manada. Así apoyan y también se llevan una vivencia única”, reveló Gómez.

El reto es inmenso. Cada perro cuesta en promedio 3 mil pesos al mes entre alimentación, atención médica, medicamentos y cuidados diarios. Además, las construcciones para nuevas villas y áreas de resguardo han requerido materiales que muchas veces llegan gracias a donaciones.

“Un protocolo completo de rescate puede costar entre 3 y 5 mil pesos por perro. Hablamos de pruebas, desparasitaciones, vacunas, tratamientos contra garrapatas y atención médica. Todo eso antes de pensar en su manutención diaria”, expresó Llanos.

Guardianes de la Manada Feliz

Para sostener el santuario, Geovana y su familia crearon el programa “Guardianes de la Manada Feliz”, que permite a cualquier persona aportar una donación mensual desde 150 pesos.

“Con 150 pesos, un perrito pequeño puede comer hasta diez días. Si veinte amigos se unen, se completa lo necesario para mantenerlo durante un mes. Ser Guardián significa garantizar que un animal tenga alimento, atención médica y un refugio seguro”, comentó Geovana para alentar a la población.

El mensaje final de Geovana es claro: la solución no está en saturar los refugios, sino en asumir la responsabilidad social que implica adoptar, esterilizar y respetar la vida animal.

Hoy el espacio alberga más de 120 perros, además de dos caballos y un cerdito, que convive con una de las villas caninas. Foto: Leonardo González

“Yo les suplico que no lleven a los perros a los refugios, están saturados. La obra completa es rescatar, sanarlos, buscarles un hogar temporal y conseguirles una familia. Esa es la verdadera diferencia. Y si no puedes hacer todo eso, puedes ayudarnos siendo Guardián, promoviendo adopciones o viniendo como voluntario”.

En la cocina del santuario, un mural recuerda la frase que sintetiza la filosofía de La Manada Feliz: “Mientras no hayas amado un perro, parte de tu alma estará dormida”.

“Un perro es tu maestro, tu mejor amigo, el que te espera con alegría todos los días. Si no has vivido esa experiencia, tu vida está incompleta. Atrévete a adoptar, atrévete a amar un perro, y vas a ver cómo tu alma empieza a despertar”, puntualizó Geovana.

Datos extra

El santuario se encuentra en: Camino vecinal, camino de la luz, Zona Mística, km s/n Rancho La Cruz, El Sauzal, 22760 Ensenada, B.C.

Para apoyar y convertirte en Guardia de la Manada desde este sitio web: https://lamanadafeliz.com/soy-guardian/

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