Abandonado en un cuarto de hotel, Pedro espera a su familia

Tijuana BC.- Pedro Domínguez García apenas distingue las sombras. A sus 75 años, la vista le falla desde hace tiempo, aunque todavía puede reconocer las voces y los pasos que se acercan a la puerta de la habitación que ocupa en el Hotel Linda, en la Zona Centro de Tijuana.

Ha permanecido ahí desde el martes 5 de agosto, no por decisión propia, sino porque un chofer de un asilo lo dejó en la recepción con la promesa de que sus familiares vendrían a recogerlo. Nunca regresaron.

Lo único que traía era su credencial del INE... No traía maleta, ni ropa, nada”

Cuenta Mari, la recepcionista que lo recibió. Desde entonces, el personal del hotel se ha encargado de darle comida y un cuarto limpio.

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Se quiebra con el tiempo

Pedro habla con serenidad, aunque su historia refleja años de desarraigo. Vivió en Estados Unidos con su esposa, María Ocampo, y sus hijos Lorenzo, Jesús, Agustina, Leticia y José Luis.

La vida familiar se quebró con el tiempo. Después vino el retorno a Tijuana, una estancia en Guerrero, y nuevamente el regreso a esta frontera, donde dice que en algún momento fue acogido por su sobrino Juan Baena Domínguez y su esposa Claudia Camacho.

Una constante espera

También recuerda a sus hermanos en Guerrero y a su hermana Cristofora, en San Diego, pero hasta ahora, ninguno se ha acercado a buscarlo.

Mientras tanto, Pedro aguarda en el hotel. “Yo lo único que quiero es estar con mi familia”, dice.

En la recepción, los trabajadores repiten un llamado: si alguien lo conoce o puede ubicar a sus parientes, que se acerquen. Pedro sigue esperando, entre la esperanza y la incertidumbre, en un cuarto que no era suyo, pero que se ha convertido en refugio temporal.