Celebra mujer migrante boda de su hija a la distancia

TIJUANA, BC.- “No pierdan la fe, no pierdan la esperanza, la felicidad no se acaba con ese muro”, dijo Esther Morales, quien presenció la boda de su única hija a la distancia.

“Fue muy triste, caí en depresión porque esos son los momentos importantes que como mamá, sentía que tenía que estar ahí”, contó.

La originaria de Oaxaca, ahora convertida en activista migrante, fue deportada a Tijuana hace más de siete años, dejando a su hija Eliza, cuando era una adolescente.

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Con la ayuda de amigos, por medio de videollamada pudo ser partícipe de la unión de su hija el 5 de junio.

Gaba Cortés que me dijo: ‘Te voy a instalar un proyector, voy a hacer que participes’. Me bajó una aplicación, hizo todo para que yo disfrutara de ese día”, narró Esther Morales.

En “La Antigüita”, restaurante donde ha forjado su sueño mexicano y también ayuda a migrantes, se instaló una pantalla para celebrar el amor.

“Quise que fuera aquí porque este es mi santuario, aquí se presta, que podemos comer, hay todo”, comentó.

“Después pasamos un rato agradable, con comida, aquí había fiesta, puse corazones, flores, se celebró igual, aquí con mis amigos nada más y allá en grande”, agregó.

Esther ha estado presente en la vida de su hija de manera virtual, compartió que hace poco se graduó como licenciada en Psicología y tiene el objetivo de ayudar a los jóvenes que, como ella, pasan por la situación de separarse de sus seres queridos.

Resaltó que quiere que su experiencia sea un mensaje de esperanza para aquellos migrantes deportados que han tenido que dejar a sus seres amados en otros sitios, que sirva como recordatorio de que la vida continúa y que nada puede contra el amor, ni un muro.