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Mandan 3 mil cuerpos a la fosa común en 4 años

Mandan 3 mil cuerpos a la fosa común en 4 años

Por arriba de varios estados que atraviesan severas etapas de violencia como Guerrero, Veracruz o Chihuahua, Baja California es la Entidad en México que mayor cantidad de cuerpos no identificados o reclamados envía a la fosa común.



Indigentes afectados por el extremoso clima en Mexicali o la violencia en Tijuana han sido factores determinantes para el incremento del número de cuerpos que terminan en una tumba a la que nadie le reza, visita o recuerda.



En Tijuana, 2017 fue uno de los años más violentos; en esta ciudad fronteriza, el número de cuerpos enviados a la fosa común debido a que no son identificados o reclamados por algún familiar se duplicó en relación al 2016.



Y aunque a esta cifra se le suma la cantidad de cuerpos que pudiera haber en fosas clandestinas, como la encontrada en La Gallera, en Tijuana, existe aún un número indeterminado de cuerpos que, sin tumba ni sepultura, yacen en algún lugar de Baja California.



Un banco de datos sobre rasgos fisiológicos de cuerpos no identificados que terminan en la fosa común, así como muestras de su ADN, ha brindado desde 2012 en Baja California, una esperanza para familiares de personas desaparecidas.



Los muertos de nadie


En promedio, cerca de 2 cuerpos por cada 10 que ingresan al Servicio Médico Forense en Mexicali son enviados a la fosa común. En el 2017, 206 cuerpos terminaron en el panteón municipal del Centinela, donde se colocan dos cuerpos por fosa.



Ese mismo año, uno de los más violentos en Tijuana, se duplicaron los cuerpos enviados a la fosa común.



Durante el 2017 en Baja California, mil 126 cuerpos fueron enviados a la fosa común al no ser identificados o reclamados, la cifra más alta entre los estados fronterizos, incluso en las entidades con altas tasas de violencia del país.



Cerca de 1 mil 200 cuerpos tienen ese solitario destino en los panteones municipales en el estado, como promedio.



César Raúl González Vaca, jefe del Servicio Médico Forense en Baja California, considera que con esas cifras y en base a la población que tiene cada una de las ciudades, “somos de los primeros estados en enviar cadáveres a fosa común, estamos junto con Distrito Federal (sic) y Chihuahua”.



El limbo fronterizo


Hasta 2016, Mexicali era una de las ciudades que mayor número de deportados recibían. En las calles de la ciudad, particularmente en el Centro Histórico, es notoria la presencia de indigentes, algunos de ellos deportados, que viven en situación de calle.



Las condiciones geográficas y climáticas de la capital bajacaliforniana hacen una peligrosa combinación con la “población flotante”, con foráneos que vienen de paso y terminan en la calle o deportados, que terminan siendo susceptibles del calor o frío extremo de la ciudad.



Para el director del Semefo en Baja California, este es uno de los factores por los que un cuerpo no es reclamado, pues muchos de ellos perdieron o carecen de identificaciones y no cuentan con familiares en esta ciudad.



A esto se suma la ola de violencia que azota Tijuana, una de las ciudades fronterizas donde se ha tenido un aumento en cifra de muertos en homicidios. Actualmente, Tijuana es la ciudad número uno en envío de cadáveres a la fosa común.



“Hemos recibido por estas mismas cifras apoyo y donaciones de Cruz Roja Internacional, ya que está al pendiente de todo esto, nos han apoyado con bolsas para cadáveres, cámaras fotográficas”, comentó González Vaca.



La gran mayoría de estos donativos han ido destinados a Tijuana debido a la gran carga de trabajo que se ha presentado.



Ápices de esperanza


En lo que va del año, cuatro cuerpos que habían sido enviados a la fosa común en Mexicali fueron reclamados por familiares que pudieron ubicarlos gracias a la base de datos que Semefo tiene en línea.



Esta base de datos de cuerpos que terminan en la fosa común cuenta actualmente con los datos de 365 hombres, de los cuales 206 no están identificados. Los que sí están identificados y terminaron en la fosa común, es porque sus restos no fueron reclamados por algún familiar.



También se encuentran en esta base los datos de 21 mujeres, de las cuales 13 no están identificadas. Los restos de otras 6 personas también se encuentran en la base de datos, pero por las características en que fueron encontrados, fue imposible precisar su sexo.



En el periodo de octubre 2016 a septiembre de 2017, un total de 984 cuerpos se fueron a la fosa común en el estado. También en este periodo, se realizaron 735 búsquedas de personas en esta base de información que ayudó con la localización y recuperación de cuerpos que tuvieron el solitario final de la fosa común.



González Vaca señaló que estos casos de cuerpos no identificados fueron reclamados por familiares de diversas partes del País, que pudieron consultar la página a través de Internet y buscaban a parientes perdidos.



Funesto puntero


Las cifras de otros estados fronterizos y los que atraviesan por situaciones de violencia en México, presentan una incidencia menor de envío de cuerpos a la fosa común comparados con Baja California.



En Guerrero, por ejemplo, existe una cifra de unos 652 cuerpos sin identificar que terminaron en fosa común en los últimos 6 años. En el caso de la Ciudad de México, se envían 470 cuerpos anualmente a la fosa común desde el 2013.



Y precisamente el año pasado, el jefe de gobierno de la Ciudad de México firmó un convenio con el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Procuraduría General de la República (PGR), para aplicar un programa que permita la identificación más eficaz de cuerpos antes de que terminen en la fosa común.



Otra comparativa, en Hermosillo, Sonora, por ejemplo, arroja que en el 2015, solo 75 cuerpos terminaron en una tumba sin nombre. El año con mayor incidencia recientemente fue el 2013, cuando se enviaron 121 cuerpos a fosas comunes.



En Nuevo León, de 2010 hasta agosto de 2017, se habían enviado mil 428 cuerpos. En Veracruz, 521 cuerpos han terminado en la fosa común en los últimos 13 años, hasta agosto de 2017.



Otro estado fronterizo al Norte de México, como Chihuahua, envió en el periodo del año 2011 al 2014, un total de 685 cadáveres a la fosa común por falta de identificación o reclamación por algún familiar.



Última morada


El panteón municipal 12 de Tijuana y el panteón municipal 3 de Mexicali, son los destinos más recurrentes para los cuerpos no identificados o reclamados.



Esto, aunque por ley, los cementerios del Estado deben de disponer de 10% de las fosas totales para inhumar a desconocidos o no reclamados, de acuerdo al artículo 50 de la Ley de Reglamentos para Cementerios en el Municipio de Mexicali, por ejemplo.



“Se avisa a Municipio la cantidad de cadáveres y ellos son quienes me asignan las fosas, siendo para dos cadáveres, uno arriba y otro abajo”, explicó González Vaca, coordinador del Semefo.



Durante este 2018 se han llevado a la fosa común un total de 12 cuerpos de los 90 que se tienen dentro de Semefo, los cuales podría también culminar en el mismo destino una vez sean liberados.



Antes de ser enterrados, se toma un registro fotográfico, de huellas dactilares, genética, que se ingresa al bando de datos, para el caso de que más adelante pueda ser identificado por familiares.



“Nos quedamos aquí también con un registro en Semefo de la ubicación de los cadáveres que van a fosa común, por si más adelante se ve necesario una exhumación decirle al familiar dónde se encuentra”, aclaró.



El trámite para el envío de cuerpos es de 15 días, al paso de esto se da aviso a la PGJE, DIF, Regulación Sanitaria, Municipio y Registro Civil, al cumplir es cuando se les da el lugar correspondiente, sin embargo, una legislación aprobada por la actual legislatura podría acelerar este proceso.



Trato digno


Esta reforma, promovida por el diputado Miguel Antonio Osuna Millán, se publicó el pasado 4 de febrero y establece un periodo de 5 días para liberar el cuerpo y proceder a la inhumación en la fosa común.



Se trata de una reforma al artículo 116 de la Ley de Salud, para que en el caso de cuerpos no reclamados, se acelere el proceso, no sin antes elaborar la ficha de identificación, en casos de una posterior identificación y reclamación por familiares.



Esta modificación a la ley establece que los cuerpos deben ser sepultados en bolsas herméticas especiales que puedan conservar los restos con la mayor integridad, para el caso de que posteriormente sean reclamados por algún familiar.



Fosa común, ?fosa clandestina


La cifra negra de casos de personas que terminan, no en una fosa común, sino en una fosa clandestina, es difícil de determinar, aunque los casos de desaparición forzada podrían ser un referente.



De acuerdo a la PGR, con información de la Red Nacional de Personas Desaparecidas, en Baja California permanecen abiertas 26 investigaciones sobre desapariciones dentro del fuero federal.



Guerrero encabeza esta lista con 323 averiguaciones, seguido de Veracruz con 203 y Tamaulipas con 135 casos del fuero federal.



En el fuero común, esta misma base de datos de la PGR, señala que en Baja California permanecen abiertas mil 22 investigaciones sobre personas desaparecidas o no localizadas al 31 de enero de este año.



Recientemente, la PGJE adquirió un dispositivo de georadar, que, junto con la actuación de agentes caninos, agilizarán la búsqueda de restos humanos que permanecen en fosas clandestinas en Baja California, sin nombre, sin sepultura, ni la certeza de lo que les pasó para terminar en ellas, como su última morada.



Fosa común


Mexicali


2014: 205


2015: 128


2016: 154


2017: 206



TIJuana


2014: 504


2015: 433


2016: 467


2017: 920



Para estar enterado


En Tijuana se duplicó el número de cuerpos enviados a la fosa común ya que su promedio en años pasados era entre 400 y 500 cuerpos.

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