Dificulta a salvavidas saturación de playa por ambulantes
El desorden ha transformado a la playa de la Zona Turística de Rosarito en “tierra de nadie”.
El reducido espacio de arena se pelea metro a metro por los clubes de playa y renteros de sombrillas y mesas, de caballos y de vendedores ambulantes, de restaurantes hechizos, pero además, también los salvavidas deben entrar a la pelea porque los espacios de acción están prácticamente bloqueados por estos.
Es jueves, pero la playa luce con importante afluencia de bañistas, que hacen notar aún más el estrecho espacio entre la arena y el mar.
La música de los clubes de playa se escucha a todo volumen y resalta de sobremanera el espacio que han ganado estos lugares a la arena.
No solo permanecen las palapas que irregularmente se construyeron en tres clubes de playa y que fueran clausuradas por autoridades federales y municipales, desde el periodo de Semana Santa, sino además han extendido sus dominios ampliando con mesas, sillas, carpas y sombrillas, su servicio de bares y restaurantes, ante la complacencia de la autoridad.
Salvavidas explicaron que la playa no se ha recuperado y se calcula que desapareció al menos un 60% de la arena que conformaba la playa, comparado con el año pasado, lo que representa un verdadero reto para ellos, en su labor de vigilancia.
Explican que las torres de vigilancia se movieron debido al arrastre de la arena y además, la misma condición de mar de fondo, ha ido robando altura a la torre, poniéndola casi a nivel de las carpas que colocan los renteros y restauranteros, dificultando las labores de observación y vigilancia, toda vez que se forman puntos ciegos.
También, tienen que lidiar con la obstrucción del camino de salida hacia el mar, porque está bloqueado ya sea por vendedores, renteros o la propia gente que transita y busca un espacio en la arena.
Las calles de acceso para unidades de rescate también están
parcialmente bloqueadas, y en caso de suscitarse una emergencia sería complicado atenderla, aseguran los rescatistas.
La limpieza de playas también se convierte en una proeza, y por eso el coordinador de la Zofemat, Miguel Armendáriz Muñoz, explica que continuamente tiene que transitar a bordo de su vehículo tipo pick up, para evitar que se invada el camino utilizado para las labores de servicio, pues gran parte de la playa colindante con la colonia Barbachano está literalmente invadida.
Las quejas por la permisividad de la autoridad han sido expuestas a través de redes sociales, pero también por los paseantes entrevistados por PERIÓDICO FRONTERA durante el recorrido, en una de las principales playas de la ciudad, donde se constató el desorden que priva en el lugar.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí
Un sitio de 
Grupo Healy © Copyright Impresora y Editorial S.A. de C.V. Todos los derechos reservados